La escalofriante patada de Griezmann que quedó en amarilla
Jugar contra el Atlético de Madrid siempre supone un esfuerzo extra de agresividad y una pelea en la que hasta el árbitro tiene su papel, con más o menos equilibrio en sus decisiones. Este domingo, en el encuentro del Sevilla, la grada acabó muy enfadada con Clos Gómez. Y algún motivo tuvo para ello. Más allá de alguna cartulina amarilla que se pudo echar de menos, la jugada clave a este respecto fue la entrada de Griezmann a Aleix Vidal.
El futbolista francés, mediada la segunda parte, sí que realizó una acción tremendamente peligrosa, entrando con la pierna en alta y con los tacos a la altura de la rodilla del sevillista. Pero Clos Gómez dejó en amarilla una sanción que pudo ser perfectamente de roja.
Además de eso, en las áreas sí acertó, aunque se dejó varias faltas cercanas al área de Moyá sin señalar.