Byars y su rajada sin fundamento
Resulta cuanto menos curioso que en el prestigioso New York Times hagan referencia al Baloncesto Sevilla. Ha ocurrido esta semana, y desgraciadamente, no lo ha hecho para bien. Eso sí, el diario norteamericano ha escogido, quizá, a las voces menos autorizadas para referirse a la entidad sevillana. Las mayores críticas han llegado por parte de Derrick Byars, alero firmado el pasado verano y que no ha rendido, ni de lejos, al nivel que se esperaba. Textualmente, ha llegado a acusar al club de San Pablo de deberle 22.000 dólares. "En este momento no me importaría decir que ha sido el equipo menos profesional en el que he estado, y me adeudan 22.000 dólares".
ElDesmarque se ha puesto en contacto con diversas fuentes cercanas al Baloncesto Sevilla para aclarar la situación, y la ayuda no ha podido ser más transparente. El club sevillano ha pagado hasta el último céntimo del contrato del norteamericano. Precisamente, entre los defectos de la entidad nunca se ha evidenciado el del retraso o adeudamiento de pagos, sino todo lo contrario. Tanto Byars como sus compañeros cobraron sus emolumentos, y en el club desconocen si el jugador ha confundido el cambio de divisas (de dólares a euros), o simplemente, pactó algunas cantidades que no fueron firmadas.
Lo curioso, es que el hombre que acusa al Baloncesto Sevilla de ser "el club menos profesional en el que ha jugado", ha sido, probablemente, el integrante del plantel menos profesional de todos. No en vano, la entidad sevillana se ha hecho cargo en decenas de ocasiones de multas que recibía el alero americano por aparcamiento indebido o por exceso de velocidad. Por no mencionar sus múltiples escándalos extradeportivos debido a su tendencia a frecuentar la noche sevillana, tal y como ha podido contrastar este medioweb. Uno de ellos, el que más repercusión tuvo, se produjo tras caer de forma ominosa ante el Barcelona. Mientras el resto de compañeros descansaban cabizbajos por la derrota, el Byars decidió salir como si tal cosa, y no volvió precisamente en las mejores condiciones, teniendo que ser ayudado incluso a caminar por el presidente del club.
También sorprenden las acusaciones de Scott Roth, un técnico que tenía a la deriva al equipo, siendo colistas de la Liga Endesa, y que llegó a dar por imposible la salvación del equipo. Sin embargo, tras su destitución, Luis Casimiro logró la hazaña, evidenciando que había plantel más que de sobra para lograrlo.
Así las cosas, y pese a las falsas acusaciones vertidas desde Nueva York, el Baloncesto Sevilla continúa a la búsqueda de un patrocinador potente para que la próxima temporada pueda seguir compitiendo con los grandes del panorama nacional. Existe cierta montuosidad en este aspecto, pues si bien hace unas semanas el optimismo envolvía a los dirigentes de la entidad, en estos momentos las perspectivas no son tan halagüeñas. Habrá que seguir al tanto del asunto.
