El Betis, de nuevo sin tirar a portería

El Real Betis tiene un grave problema con el gol. Es un síntoma rotundo que no haya marcado de hecho ninguno en los últimos cuatro encuentros, pero también su paupérrimo bagaje ofensivo en cada encuentro. Los dos derbis disputados hasta el momento son ejemplo de ello. En el de Liga no disparó a puerta, si bien logró arrancar un punto agarrándose a otras facetas del juego que no fueron las ofensivas.

En este segundo derbi de la temporada, el Betis de nuevo se fue de vacío en cuanto a su ataque. No disparó ni una sola vez a la portería de Sergio Rico, que apenas tuvo que intervenir. Ni siquiera en el penalti que pudo meter al Betis en la eliminatoria y falló Rubén Castro, porque la pelota se fue alta. Eso sí, intentó rematar en 12 ocasiones y llegó al área 25 veces, aunque sin claridad y con poca profundidad, porque ninguna de esas llegadas las logró plasmar en remates.
Especialmente desafortunados estuvieron los delanteros. Jorge Molina, quizás uno de los mejores del equipo verdiblanco, sí aportó más fuera del área y en la primera parte protagonizó un par de acciones acertadas. En cuanto a Van Wolfswinkle los números hablan por sí solos: cero remates, un balón recuperado, cinco perdidos y 12 pases.