La cuaresma del Sevilla

El Sevilla FC se ha acostumbrado en los últimos años a luchar por todo lo imaginable en sus temporadas futbolísticas, lo que lleva aparejado un calendario complicado y, sobre todo, muy intenso.

El equipo nervionense no ha tenido más de cuatro días de descanso desde que empezó el año 2016. En enero y la mitad de febrero despachó las eliminatorias de la Copa del Rey y justo al acabar ha regresado a la Europa League para eliminar al Molde en dieciseisavos de final.
El próximo parón liguero tendrá lugar en Semana Santa, dentro de un mes, y hasta entonces el calendario seguirá igual, sin ninguna semana de descanso. Y además con partidos de lo más intensos.
En total, el Sevilla tendrá que disputar de aquí al Domingo de Ramos cinco partidos de Liga y dos de la competición europea, con encuentros en mitad de todas las semanas. En primer lugar visita el domingo el Camp Nou para medirse al FC Barcelona, recibirá el día 2 al Éibar en el Sánchez-Pizjuán y el día 5 viaja a Getafe. Ese jueves viajará también a Basilea para jugar la ida de los octavos de final de la Europa League. Posteriormente recibe en domingo al Villarreal, vuelve a jugar contra el Basilea y, por último, rendirá visita al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Además de la eliminatoria ante el anfitrión de la final de la Europa League, los de Unai Emery se medirán en la competición doméstica a tres de los cuatro primeros clasificados, lo que da buena cuenta de la dificultad del Tourmalet que le toca subir al conjunto sevillista. Si en la Cuaresma no hay vigilia y el Sevilla se da el festín de resultados, la temporada quedará bastante encarrilada.