Un punto contra los elementos

El Sevilla Atlético logró su tercer empate en el Sánchez-Pizjuán, lo que le sirve para permanecer invicto en casa en un partido que se le complicó sobremanera al inicio de la segunda parte, cuando el Alcorcón igualó el gol de Borja Lasso y, diez minutos después, Curro vio la roja directa.

Diego Martínez, que vio el partido en la grada, arregló la baja de Cotán por problemas musculares dando entrada en el centro del campo a un doble pivote formado por Schetino y Yan Brice que supieron contener bien al Alcorcón –sobresaliente partido del camerunés-. Arriba volvieron a formar Carrillo y Pozo –que no estuvo en Valencia por estar convocado por la selección- y en defensa regresó al once Diego González, que estuvo en el banquillo del primer equipo en el derbi ante el Betis.
Empezó avisando el conjunto alfarero, que saltó al césped del Sánchez-Pizjuán con las buenas intenciones de un equipo que necesita salir de la parte baja de la tabla, pero los de Cosmin Contra se fueron apagando con el paso de los minutos. Tampoco es que el Sevilla Atlético diera una lección de juego y dominio, pero sí es cierto que con el paso de los minutos le pelota era suya y también las llegadas.
En la primera clara, de hecho, llegó el gol sevillista. Carmona, ejemplo de lateral largo al que le gusta llegar, la puso en el área y Carrillo remató bien de primeras, obligando a Dmitrovic a hacer un paradón. Pero el balcánico no es un superhéroe y la pelota quedó muerta en la línea para que Borja Lasso la remachara a placer, anotando el primero de la tarde. Apenas fue la única llegada clara de la primera parte, pues sólo un tiro con veneno de Pozo desde la frontal y un remate de cabeza de Álvaro Jiménez inquietaron las porterías de Nervión.
Justo antes del descanso, Martínez decidió quitar a un Ivi muy apático para dar entrada a Curro. El madrileño no parecía tener ninguna molestia, por lo que el cambio suena a castigo por su poca implicación, aunque el onubense desde luego no lo mejoró.
El inicio de la segunda parte no pudo ser peor para el filial. Los alfareros volvieron a salir del vestuario con más brío y no tardaron en igualar el encuentro. Muy blanda, la defensa permitió que Pablo Pérez la abriera a Bellvis, éste centrara y David Rodríguez rematara solo a bocajarro para hacer el empate.
Diez minutos después el partido se complicó aún más, pues Curro fue expulsado por roja directa cuando apenas había jugado 14 minutos. El palmerino levantó mucho la pierna en un balón dividido ante Bellvís, pero la falta fue evidentemente involuntaria, por lo que Eiriz Mata podría haberse contentado con sacarle una amarilla, pero lo cierto es que el filial tendría que jugar más de media hora en inferioridad numérica.
En todo caso, como ya hizo en Tenerife por ejemplo, el filial supo sufrir y aguantar el resultado jugando con diez hombres, evitando que el Alcorcón acosara la portería de José Antonio e incluso dando algún susto, como la ocasión que tuvo Carrillo en el 74’, en la que levantó la pelota por encima del portero pero sin la suficiente fuerza para que traspasara la línea.
El calor –criminal hora para jugar al fútbol en Sevilla casi en verano- y el esfuerzo del pasado miércoles pasó factura al filial. Carrillo se marchó lesionado, y ya después tuvieron que ser atendidos sobre el césped Borja Lasso y Yan Brice, que acabaron renqueantes el partido al igual que Schetino, pero la lucha mereció la pena para puntuar en un partido que llegó a ponerse muy feo al inicio de la segunda parte.

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