Los parones de Poyet

El segundo parón liguero de la temporada por los compromisos internacionales tiene pinta de ser muy largo para el Betis y para Gustavo Poyet. La derrota en San Sebastián ha vuelto a abrir la caja de los truenos por la imagen ofrecida y el resultado, con otra derrota. 

Poyet se lamentó y casi juró en arameo por lo visto sobre el terreno de juego de Anoeta. "El peor partido de todos", dijo el técnico uruguayo. La peor forma posible de llegar a un parón y para preparar con dos semanas por delante la visita del todopoderoso Real Madrid.
Unos días sin fútbol en el Betis en el que van a asomar más los problemas (muchos) que los aciertos (pocos), como ya ocurrió en el primer parón de la temporada. Aquella ocasión llegó tras un paupérrimo partido en el Benito Villamarín ante el Deportivo, después de cosechar una dura goleada en Barcelona. Aquella ocasión Poyet pidió tranquilidad y la consiguió, en parte porque su Betis ganó en Valencia tras la reanudación.
Ahora propuso jugar mejor al fútbol y el equipo hizo lo contrario. Ni la aparición de Dani Ceballos en el centro del campo pudo dotar al Betis de mejores combinaciones defensa-ataque o en juego de posesión. Para el próximo choque nadie sabe qué Betis aparecerá por el Benito Villamarín. El de la garra y la intensidad o el de los errores en defensa y la falta de concentración. En el parón, al menos, Poyet tiene tiempo para enmendar los problemas.