Antonio Puerta, el Legado

Legado tiene una definición etimológica realmente curiosa. Procede, como toda buena construcción léxica, del latín, y de la palabra legatus, de legare, legar. Pero el 'Legado' era en la antigua Roma una especie de jefe, líder militar de legiones, una persona con facultades enviada por una máxima autoridad para tratar ciertos asuntos de peso. Titulamos y abordamos este reportaje sobre Antonio Puerta Pérez, justo 10 años después de su muerte (28 de agosto de 2007), desde su Legado, desde todo lo que ha dejado su marcha, 10 años después, en el Sevilla, en Sevilla, en la ciudad, en el fútbol, en su familia. Y poco a poco, al ir ahondando, escuchando, sintiendo la herencia de Antonio en los suyos, en los más cercanos, en las conversaciones, publicadas, grabadas unas y en la trastienda del periodismo otras, no podemos menos que volver a esa idea de fuerza, liderazgo y herencia. Antonio Puerta ha dejado un Legado potente, sin fisuras, unánime. Antonio Puerta es un Legado en sí. Es un ejemplo, una referencia para todos. Lo es para su familia, lo es para su hijo Aitor, que ya intenta seguir sus primeros pasos; lo es para el chico de apenas 10 años que hoy, mañana, pasado o ayer entra por la ciudad deportiva y tiene presente desde el primer paso, allí donde reside su estatua, que el mejor objetivo posible es reencarnarse en aquella figura que preside los terrenos de la Carretera de Utrera. 

Con este reportaje sobre Antonio Puerta, 10 años después, no hemos querido buscar su corazón, o al menos no de forma deliberada, no hemos querido atacarle al sentimiento, o al menos no de forma directa, ni hemos querido revivir dramas, al menos de forma premeditada. Todo el camino está trazado desde un momento. El momento en el que el silencio se convierte en aplauso, en el que las lágrimas acaban en el esbozo de las sonrisas; en el que el recuerdo ya es homenaje; el momento en el que la persona es la leyenda y el compañero, la referencia; el momento en el que el drama pasa a ser un Legado.
Y ese camino nos lleva hasta un 28 de agosto de 2017, 10 años después de la marcha de Antonio Puerta. Nos lleva a un 28 de agosto de 2017 en el que su hermano Raúl nos lo descubre de la forma más sincera y sencilla posible, a través de su convivencia, de su sentimiento, de su familia. Nos lleva a un día en el que su amigo Roberto, que dio sus primeros pasos y carreras tras un balón con Antonio, sigue transmitiendo esa alegría y esa jovialidad cada vez que cuenta algo de él. Nos llevan a una carrera llena de detalles, personales y profesionales alumbrada por Pablo Blanco, sevillismo puro y vivo que repasa al futbolista desde que llegó al Sevilla desde el Nervión y que incluso es hasta capaz de proyectar aquel futuro que nunca se dio. Nos hace encontrarnos con Kepa Blanco, el futbolista compañero que nos traslada su fuerza dentro de un grupo, dentro de una cantera como la del Sevilla. Nos hace rescatar momentos históricos de la vida del 16 a través del sentido Aitor Ocio, al que le confesó que iba a ser papá. Nos hace proyectar el ejemplo y la figura de Antonio a un fútbol como el de hoy, lleno de cáscaras, en las que Antonio las habría perforado todas por su autenticidad, y de eso sabe bien Jesús Gómez, el director de comunicación del Sevilla. Nos hace ver cómo su accidente ha servido, cual sacrificio, para salvar la vida a través de otros muchos gracias a la prevención, como explica Pedro Ellauri, consejero del área médica. Y nos hace mirar al futuro, ese espléndido futuro de todos los jóvenes canteranos del Sevilla, como Larita, que cada día acuden a la ciudad deportiva a forjar un sueño con una referencia cincelada en metal al lado de donde juegan. Y nos hace mirar al presente y al futuro de Aitor, el mayor legado de Antonio, su hijo, que no lo conoció en vida, pero que sí lo conoce a través de Raúl, Roberto, Pablo, Kepa, Jesús, Aitor, de su madre Mar, que sí lo conoce a través de su calle, de su club, de su estatua, de su gol, de cada minuto 16, de su Escuela, de su ejemplo.
Antonio Puerta, El Legado, es un intento de actualizar de forma respetuosa, cariñosa y positiva, la figura de aquel dorsal 16 del Sevilla FC y de aquel joven, hombre, que hoy más que nunca, 10 años después de su muerte, es un Legado, un enviado de una máxima autoridad para mostrarnos cómo tratar un asunto de peso, la vida.