El desesperante debut en Nervión de González Fuertes

Se ha ‘coronado’ González Fuertes en su debut como árbitro en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en el que ha firmado una de las actuaciones más protestas en los últimos tiempos por la afición del Sevilla FC.

Ya en la primera parte el gijonés se marchó abroncado al vestuario por ‘tragarse’ un penalti sobre Éver Banega de Rodrigo, aliñado con una amarilla al argentino cuando había caído derribado. Antes Sarabia reclamó otra pena máxima, pero en esa sí acertó el colegiado.
Sin embargo, el sainete mayor llegó en la segunda parte. Comenzó a desesperar el asturiano a los jugadores sevillistas dejando pasar una simulación de penalti de Carlos Bacca en el área de David Soria, evidenciando una diferencia de criterio alarmante. También en el 58’ pidió Ben Yedder un penalti por expulsión de Mario Gaspar que no señaló.
El culmen del desproporcionado arbitraje de González Fuertes tuvo lugar en el minuto 61. Cheryshev –que ya tenía tarjeta- derribó con una entrada a Éver Banega en el centro del campo claramente merecedora de amarilla, pero no se la señaló. Ben Yedder protestó esa decisión, vio una amarilla, aplaudió al árbitro y acto seguido vio la roja.
De ese modo, de una expulsión clara del Villarreal se pasó a una roja para el Sevilla, que a partir de ahí bajó los brazos y minutos después vio como Bacca hacía el segundo gol.
Al final, González Fuertes acabaría pitando un penalti a favor del Sevilla tras una mano de Jaume Costa, que además vio la segunda amarilla y acabaría expulsado, pero Nolito lo tiró fatal y Asenjo lo blocó sin dificultades.
Para redondear su actuación, concedió sólo tres minutos de descuento cuando el equipo local estaba asediando al Villarreal en busca de la victoria.