Un cuadro de Joaquín Caparrós como amuleto

Que Joaquín Caparrós es uno de los personajes más queridos por el sevillismo es algo que está fuera de toda duda. Lo fue mientras entrenó al primer equipo del Sevilla FC, en sus dos etapas, y lo es ahora también en el puesto de director de fútbol de la entidad.

Por ello, la afición nervionense no pierde la oportunidad de demostrarle su cariño cada vez que tiene ocasión, pues además el utrerano es proclive a participar en encuentros de los hinchas y no es raro verle en los aniversarios de las peñas y otros actos de sevillistas.

Este viernes, Caparrós estuvo presente en un lugar muy especial para él, la sede de la Peña Sevillista Sentimiento Rojiblanco, situada en la zona de Pío XII de la capital hispalense y que celebraba su tradicional cena por el XVII aniversario. Y es que el hoy director de fútbol es socio de esta peña, pues en su día residió en la calle Conde de Halcón, muy cercana a la sede.

Allí, los peñistas le mostraron a Caparrós uno de los grandes ritos que son marca de la casa, y es que cada vez que las cosas pintan mal en un partido, se descuelga un cuadro con una foto suya de la pared y se coloca junto a la televisión, como una especie de amuleto. Una ceremonia que se le mostró al protagonista pese a que no había partido.

Justo antes, el responsable de la parcela deportiva sevillista recordó sus años en el barrio. “Venir aquí es venir a mi casa. Me ha costado aparcar, pero he disfrutado al no aparcar pronto ya que he estado recorriendo los sitios donde veníamos con los amiguetes a jugar. Este es mi barrio. Cuando me comentaron si podía venir dije que contaran conmigo. Veo mucha cantera y eso es buena señal”, explicó Caparrós.

“Estamos viviendo un buen momento. Hay que ir despacito, la temporada es muy larga, pero sí os digo que hay un gran grupo humano y veremos si hacemos una temporada bonita. Habrá momentos más flojos que otros, pero al final esperemos que disfrutemos todos”, finalizó el director de fútbol.