Setién tiene la respuesta

"Papá, el domingo juega el Betis con el Barcelona, ¿no? Pues va a ganar el Betis". No pronuncia mucho la 'ese' final de Betis y la 'erre' de Barcelona también le cuesta un poco, pero a sus cuatro años casi recién cumplidos le entendí perfectamente lo que quería decir. Y el domingo entendí todo mucho mejor, tanto que llevó hasta razón. Incluso que sabe más de fútbol que yo.

Cuando llegué a casa después de trabajar, aún estaba despierto y disfrutando con su Betis. "¡Papá, que ha ganado el Betis al Barcelona! ¡Y ha marcado cuatro goles!", otra vez con alguna letra que otra menos sonora. Su cara era de alegría pero después comprobé que tiene las dudas de muchos béticos: "¿Por qué no gana siempre el Betis?". Ahí me quedé sin respuesta.

Lo primero que pensé es que sólo una persona podría responder esa pregunta. Yo tengo una idea, pero no tengo tanta perspectiva ni puedo controlar muchas cosas que pasan en el fútbol. Esa persona es la que ha conquistado grandes estadios en los últimos meses y que ha llevado al Betis una idea de fútbol que atrae los elogios, sobre todo, de Despeñaperros hacia arriba... y hacia el mundo. Esa persona es Quique Setién, uno de los grandes artífices del histórico triunfo del Betis en el Camp Nou... Pero no el único.

Setién pudo comprobar este domingo que su Betis no sólo puede ganar en cualquier lado, sino que debería hacerlo en muchos de ellos. En casa y fuera, se llame como se llame el rival. Lógicamente, puede tener ese día tonto en el que el rival te supera, como podrán decir en Barcelona en este caso contra el Betis. Claro que el Betis puede perder y empatar, pero lo normal, con el plantillón que tiene en sus manos, y la diferencia con muchos equipos de LaLiga Santander, es que el Betis gane más que empate o pierda. Y, de momento, los números no engañan: cuatro victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Lo que deja al Betis en el puesto 12, jornada 12. El 12.

Queda mucho, pues sí, pero el Betis, tal y como va la temporada, ya debería estar colocado dentro de la zona europea, con más puntos en su casillero, con la idea de que los rivales temen su potencial y no sólo por su 'diferente' forma de jugar. Porque el golpe en la mesa ante el Barcelona, como ocurrió en el Bernabéu, Sánchez-Pizjuán o recientemente en San Siro, no está al alcance de cualquiera. Para ser élite, el Betis de Setién debe seguir así. Para ser élite, el Betis de Setién no debe obviar que el Levante, Valladolid y Getafe le pintaron la cara. Que no se olvide, es necesario para crecer.

"Papá, ¿cuándo juega otra vez el Betis? ¿Va a ganar el Betis otra vez?", me dijo mi hijo antes de dormir. Aún le quedan unos días por delante para seguir ilusionado, porque ya sabe que el Betis puede ganar en cualquier campo, también en el del Villarreal. Y luego ante su gente (Olympiacos, Real Sociedad, Racing y Rayo). Ganar, ganar y ganar. Eso es lo que quiere mi hijo, ver ganar mucho al Betis. Es lo que deben saber en el Betis. Y hasta Setién. Su clase en el Camp Nou es el camino.