Los números también están con el Sevilla
El Sevilla, que el miércoles por la noche batió por 2-0 al Barcelona en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, pasó ronda en 11 de las 14 ocasiones en las que tuvo que defender un marcador así en un partido de vuelta de esta competición.
La última vez que el Sevilla fue eliminado tras ganar 2-0 la ida en el Sánchez-Pizjuán (marcaron Rafa Paz y Jelicic) fue en la tercera ronda de la temporada 1996-97, cuando el Deportivo igualó el resultado en La Coruña (con goles de Renaldo y Djukic) y se clasificó al cabo de una tanda de penaltis.
Anteriormente, los sevillistas sufrieron una remontada similar en los dieciseisavos de final de la edición 1965-66, cuando no les bastó el 2-0 (Diéguez y Costas) sobre un Valladolid que les infligió un 3-0 en (Varillas, García Saiz y Alonso) en la capital castellana.
En la cuarta ronda de la campaña 1974-75, el Sevilla se enfrentó con el Celta, al que ganó por 2-0 (Cantudo y Ortiz) en su feudo antes de perder 4-1 en Balaídos, donde forzó la prórroga con un tanto de Juan Fermín pero no pudo resistir al acierto de Doblas, autor aquella noche de todos los goles locales.
Más antecedentes
Sólo dos de las once clasificaciones coperas del Sevilla tras ganar 2-0 la ida en casa se han dado en este siglo y en ambas ocasiones llegaron los sevillistas a la final del torneo.
En la semifinal de 2010, contra el Getafe, un gol de Luis Fabiano y otro de Mario en propia meta concedieron al Sevilla una ventaja que no pudo enjugar el solitario tanto de Soldado en la vuelta; y ante el Mirandés, en los cuartos de final de 2016, N'Zonzi y Vitolo decidieron el partido de ida e Iborra, Juan Muñoz y Coke certificaron el pase con un 0-3 en la vuelta.
El Sevilla también presenta un balance muy favorable en el resto de competiciones cuando ha debido defender un 2-0, ya que ha pasado las cinco eliminatorias europeas en las que esto ha sucedido y sólo se ha inclinado en una de las dos ocasiones en las que dicho marcador se dio en la extinta Copa de la Liga.
Contra el Valladolid, en los cuartos de final de la edición de 1984, Magdaleno y Moisés firmaron el 2-0 en Sevilla pero los pucelanos pasaron por penaltis después de repetir el tanteo en Zorilla (Jorge y Pato Yáñez) y de que Juan Carlos y Fortes marcasen en una prórroga en la que no estaba vigente la norma del valor doble de los goles fuera de casa.