Ben Yedder, ¡cállate tú!

Decir Sevilla es decir Ben Yedder. Decir Ben Yedder es gritar gol. Hoy, tres de ellos han llevado su firma y han servido para tumbar la tremenda crisis de resultados que venía lastrando el equipo. El Sevilla suma 89 goles esta temporada, de los que 26 son del franco-tunecino. Una auténtica barbaridad.

Que el Sevilla tuviese el ligero pensamiento de desprenderse de él es igual de bárbaro. Inconsciente incluso. Lo cierto es que Ben Yedder estuvo a escasas horas de ser vendido por una cantidad irrisoria. Hasta Machín vio magnífico su traspaso para facilitar así que le trajeran lo que él pedía, un delantero robusto y potente en el juego aéreo para favorecer su estilo de juego. Señores, pamplinas. El que es bueno marcando goles lo es siempre.

Fue Caparrós el que se negó a una negociación por su salida. La postura fue tajante: o cláusula, o el ratón se queda en Nervión. Y se quedó para seguir dando alegrías a un Sevilla que bebe de él. Porque no será ningún delantero crack contrastado a nivel mundial, pero para el Sevilla sí es un crack. Por supuesto que lo es.

La entidad se encuentra este año disputando los octavos de la Europa League. Ustedes dirán, ¿qué tiene que ver esto ahora? Yo les digo, tiene mucho que ver. Una de las enormes razones por las que el club esté jugando Europa este año se llama Ben Yedder. El ‘pequeñito’ llevó en volandas al Sevilla la pasada campaña con sus goles. Cuando más lejos parecían los puestos europeos, él siempre aparecía. Lo hizo hasta el final, y el Sevilla se coló en Europa.

Por eso el club le debe tanto, porque Ben Yedder da sin exigir, marca goles sin hacer ruido, regala puntos al Sevilla en silencio. Los clubes europeos vendrán a por él en el próximo mercado, pero la realidad es que el Sevilla necesita a Ben Yedder. Necesita su veneno, su tesón y su olfato. Es la gran mina de oro de este Sevilla y por ello merece un blindaje en forma de renovación.

Él lo agradecerá como sabe, dando vida al Sevilla y mandando callar a las rachas negativas. Yo le pido también que se calle, que no despierte el interés de los clubes trasatlánticos sedientos de un delantero top. Ben Yedder, usted siga brillando, en silencio.