Caparrós se despide del banquillo para ayudar a "hacer crecer el club"
Joaquín Caparrós, el entrenador que más partidos oficiales (241) ha dirigido al Sevilla, se despidió este viernes del banquillo del primer equipo con el propósito de "hacer otra función" en la que pondrá su "granito de arena para hacer crecer" al club, "que es lo más importante".
"Aportaré todo lo que me diga nuestro Sevilla, siempre estaré a disposición de mi club", comentó el preparador utrerano.
Caparrós, de 63 años, compareció esta tarde en la sala de prensa de la ciudad deportiva sevillista una vez que el equipo regresó esta mañana de Tanzania, donde disputó un partido amistoso con el que cerró la temporada, y de que el club anunciara el pasado miércoles que no seguiría en el banquillo pero sí en el organigrama del cuerpo técnico.
El entrenador andaluz fue nombrado hace un año director deportivo de la entidad en una temporada "vivida intensamente" porque "ha sucedido de todo" y en la que considera que ha "cumplido estando en Europa aunque ha faltado poner la guinda de la 'Champions'".
Dirigió al Sevilla en tres etapas, lo que le ha dejado "muchos recuerdos. El primero, una reunión con Roberto Alés y Augusto Lahore", dirigentes del club en el verano de 2000, cuando se incorporó por primera vez y a los que estará "siempre agradecido", dijo.
Para Caparrós, "el mejor momento" es "que la afición coree el nombre de uno", lo que hace que se sienta "querido, pero nada más", pues negó ser "un símbolo" y ahora sólo espera "disfrutar de algún partido en la grada de Gol Norte", donde se sitúan los hinchas más animosos.
El preparador sevillista confesó estar "hablando con (Ramón Rodríguez) Monchi -director deportivo-" de su "nueva función", en la que espera "trabajar con la cantera" para "disfrutar en esa parcela", y añadió que le "encantaría entrenar a un equipo cadete" pero que puede "aportar más en otras labores", por lo que a todo ello "ya se le dará forma".
Caparrós señaló que tenía decidido "que era el momento de dar un paso atrás" y subrayó que no hubiera continuado "ni siquiera quedando cuarto".
También consideró "lógicas las críticas" recibidas en su faceta de director deportivo porque "cuando se firman a jugadores que no rinden, la responsabilidad es para el que los trae".
El presidente sevillista, José Castro, compareció junto al técnico para destacar que éste "no es una leyenda únicamente del Sevilla, sino también del fútbol español", y recordó que "ha estado siempre que el club lo ha necesitado", por lo que le ha dado "las gracias con mayúsculas".
"En esta nueva etapa seguirá dando lo mejor de sí. Nos beneficiaremos de su experiencia y sapiencia", afirmó Castro.