Monchi y Rafa Paz sobre Maradona: "Transformaba un ladrillo en algo redondo"

Diego Armando Maradona tuvo un paso breve por el Sevilla. A pesar de que en lo deportivo ese equipo no consiguió los objetivos, la mera presencia del astro argentino en el vestuario y en los entrenamientos deslumbraba a sus compañeros. En 1992, el Sevilla pagó 750 millones de pesetas por Maradona. 

Según Rafa Paz, futbolista de aquella época del equipo hispalense, el argentino "con una expectación enorme. Íbamos a tener a la máxima estrella de todos los tiempos. Me impresionó cuando le conocí. Su sola presencia imponía, no sé si porque ya le idolatrábamos. Era especial, diferente. Se veía hasta en los peloteos. Cada balón lo controlaba y devolvía de una forma distinta. Transmitía fútbol por todos los poros", concretaba el granadino en Marca.

Para Monchi, el entrenamiento de faltas era una delicia. "Nos quedábamos muchos días al final del entrenamiento a lanzar desde fuera del área y a tirar penaltis. Su porcentaje de acierto era demoledor. Su golpeo, esa calidad técnica que le permitía esconderlo hasta el último momento y hacía difícil a los porteros adivinar por dónde dirigía el balón", comentaba.

Por último, el actual director deportivo del Sevilla recuerda los malabarismos que hacía en el vestuario con cualquier cosa. "Yo tenía por costumbre cuando me quitaba las vendas de las muñecas hacer una bola con ellas y tirársela, él la controlaba y hacía malabarismo como si de un balón se tratara", apuntaba el entonces portero del Sevilla.