Ganar en tiempos revueltos
Las últimas semanas habían sido extrañas para el Betis, por lo institucional y lo deportivo, y no hay mejor bálsamo y pegamento que las victorias. Eso firmó el Betis, un triunfo frente al Cádiz que es oro molido. Tres puntos que sirven para escalar al noveno puesto y que deben ayudar a generar confianza y estabilidad en un equipo que necesita crédito.
No fue un triunfo fácil ni brillante, pero el Betis hizo lo que debía. El Cádiz le había planteado un partido incómodo, concediendo los mínimos espacios, con el sello inconfundible de Álvaro Cervera. Eso necesitaba paciencia, minimizar los errores y encontrar los pequeños resquicios. Todo eso hicieron los pupilos de Pellegrini en su última comparecencia del año en el Benito Villamarín.
Durante muchos minutos el partido fue indescifrable para el Betis, especialmente en la primera parte. Incluso recibió el enorme susto del balón estrellado al larguero por Salvi. Sin embargo, los verdiblancos, comandados por un participativo Fekir, no desistieron y encontraron el premio en la segunda parte con el gol de Guido Rodríguez, rescatado tras ser retirada su amarilla contra el Granada, a servicio de Lainez.
La cita deja también el nada despreciable detalle de que el Betis selló su portería a cero. Algo a tener en cuenta cuando tantas veces se habla de la fragilidad defensiva. El fútbol, el balón, es el que siempre marca el paso. Los verdiblancos consiguieron un resultado que, además, sirve para tapar pronto la herida del domingo en Granada.
La decisión de Competición de quitar la amarilla a Guido Rodríguez resolvió un problema casi numérico a Manuel Pellegrini con el mediocampo escaso de efectivos. El argentino formó pareja con Guardado, que fue una de las cuatro novedades del once. Además entraron en el equipo Montoya, Mandi y Joaquín. Lo hicieron por el sancionado Emerson, los lesionados Bartra y William Carvalho, además de la salida del once de Rodri.
El guion del partido pronto se acomodó a lo previsto de antemano. El Betis acumulaba altísimos porcentajes de balón y el Cádiz no sufría ordenado y esperando su momento. Sanabria firmó la casi única ocasión bética en la primera mitad con una maniobra cuyo disparo se marchó fuera (5'). Sólo parecía que Fekir podía cambiar algo.
El Cádiz esperaba atrás, pero tenía las ideas claras en ataque y de hecho disfrutó de la gran ocasión de la primera mitad. Salvi estrelló un balón en el larguero (18'), al rematar libre de marca un centro en el segundo palo. Era un aviso de los peligros a los que se exponía el Betis si se despistaba. Poco después respondieron los verdiblancos con un jugada en el área rival. Sanabria acabó una media chilena que arrebató una mejor opción de remate de Aitor Ruibal (22').
El partido de balonmano tornó levemente en el tramo final del primer acto, cuando el Cádiz salió algo más de su campo. Tampoco así el Betis generó ocasiones. Las bandas tenían poca profundidad, por el centro no existía capacidad. Todo quedaba a lo que el talento de Fekir pudiera inventar.
Segunda parte
Precisamente el francés tuvo el primer acercamiento en la reanudación pero su disparo se fue al lateral de la red (49'). El panorama, en cuanto a propuestas, eran las mismas. Una genialidad de Fekir generó una jugada que acabó con una más que posible mano de Espino en el área a disparo de Montoya. Ni Mateu ni el VAR consideraron penalti.
El Betis metió una marcha más a su juego. Lainez, con casi media por delante, entró por Aitor Ruibal. Una enrevesada ventana de cambios de Cádiz volvió a frenar el ritmo. Sin embargo, los verdiblancos insistieron y Guido Rodríguez obtuvo el premio del gol al rematar con maestría desde la frontal. La dejada había sido de Lainez (70'). El 1-0 era lo más complicado y los de Pellegrini lo habían conseguido.
Tello por Joaquín fue la siguiente maniobra en forma de cambios. Claro que todo no estaba acabado. Una pérdida en mediocampo provocó una oportunidad para Lozano que inquietó la meta bética (78'). El segundo aviso, con el mismo protagonista en origen, terminó con un remate de Negredo que se fue fuera por poco (80'). Sutil Joel Robles para evitar el empate.
Loren entró al campo por el desaparecido Sanabria para los diez minutos finales. Con más espacios, el Betis buscaba sentenciar y ahí Tello podía ser un filón. Con la pelota, los verdiblancos supieron jugar los últimos minutos para dormir la cita. Pese a la incertidumbre de lo apretado de un 1-0, los de Pellegrini amarraron la imprescindible victoria.