Navas y Joaquín: la pureza en el campo

El derbi está cargado de emociones. De recuerdos que para uno y otro bando son intocables. La mayoría de ellos marcan el camino para animar y sentir a su equipo. Si hay dos futbolistas que representan bien el sentimiento bético y sevillista son Joaquín Sánchez y Jesús Navas.

Ambos salieron de la casa. Los dos se marcharon del Sevilla y del Betis para dejar dinero en las arcas y crecer como profesionales. Cuando lo sintieron regresaron y ahora ejercen de capitanes. Joaquín representa la técnica, la alegría, la finura y el arte que todo bético siente por su equipo. Navas, la constancia, el trabajo bien hecho, la evolución, la calidad y la madurez.

Nadie pensaba que Joaquín y Navas iban a dar el rendimiento ofrecido durante su segunda etapa en Betis y Sevilla. El portuense es una referencia del club en todos los sentidos. Volvió en 2015 y desde entonces sus temporadas han ido creciendo. Tal ha sido su mejora, que a lo largo del próximo mes debe cerrarse su renovación al menos por una temporada más. Con 40 años quiere jugar Joaquín con el Betis y todo apunta a que lo conseguirá.

El caso de Jesús Navas es muy similar. El palaciego volvió al Sevilla en 2017 y desde que Montella lo colocó en el lateral derecho, el canterano se ha convertido en un fijo para todos los entrenadores. Su nivel es tal que ha regresado a la selección española y todo apunta a que acudirá a la Eurocopa de 2021. Ya es el jugador con más partidos en la historia del Sevilla FC.

Ambos son una referencia para sus clubes. Han batido todo tipo de récords, pero siguen viviendo el derbi como el primero. Saben de la pureza del partido porque lo han vivido desde su niñez. Aunque hoy parezca otro día más en la oficina, Navas y Joaquín lo viven de manera diferente.