Licencia para soñar con un Betis desatado

Felicidad plena en el beticismo y la ilusión disparada, con razón. El excelso 2021 del Betis se cerró en el Benito Villamarín, que no fuera de casa, con un equipo desatado que dio buena cuenta de una Real Sociedad que se presentaba en Heliópolis como seria amenaza y rival directo, ya no solo por Europa sino por la Champions. Los números y las sensaciones están ahí.

La comunión de los béticos es total. Jugadores, técnico e hinchada han conectado con un equipo que transmite, ilusiona y gana. Gana mucho, porque más allá del resbalón intrascendente de Glasgow, Pellegrini ha instalado en el Betis una bendita cultura de ganar. Una y otra vez, de una y mil formas. Un cuadro competitivo que sabe interpretar los momentos.

Ese catálogo de momentos lo dibujó contra la Real Sociedad. Porque el Betis sufrió, supo sufrir, durante gran parte de la primera mitad y en la segunda hasta que hizo el 2-0. Sufrió porque no tenía la pelota, pero demostró que sabe defender, ser competitivo y esperar a sus zarpazos. Máxima contundencia también la que exhibió un equipo que dijo adiós a los suyos en su estadio en 2021 derrochando felicidad.

El Betis se había adelantado con un gol de Álex Moreno, el que a la postre sería el gran protagonista del duelo. Luego la Real expuso ese buen fútbol del que hace gala y los verdiblancos, con el inquebrantable aliento de los suyos, apretaron los dientes para dejar su portería a cero. El vendaval llamado Betis llegaría en la segunda mitad desde el 2-0. Desatado.

Ese segundo gol con la firma de Juanmi, quién si no, asistido por Álex Moreno, el mismo que también anotó el cuarto con una cabalgada del lateral que está a nivel de selección. Por medio la magia de Fekir en el tercero para revolverse y marcar con la derecha. Todo en un magnífico partido de cada futbolista bético, empezando por un clave Rui Silva, pasando por la solidez de los centrales o el fútbol infinito de Canales.

Pellegrini movió el equipo con rotaciones masivas en el once respecto al que jugó el pasado jueves en Celtic Park. Solo Rui Silva se mantuvo en el cuadro bético en el que variaron todos los futbolistas de campo en la alineación para enfrentarse a la Real Sociedad. Entre otras novedades, la presencia de Nabil Fekir que volvía tras varios partidos de sanción.

El Betis quiso marcar territorio desde el principio y así hicieron Álex Moreno y Canales en las dos primeras jugadas. El cántabro, en una de ellas, acabó con un disparo alto desde la frontal (2'). Isak fue el primero de los realistas que probó fortuna y atajó con seguridad Rui Silva (6'). También hacía lo propio Willian José con un lanzamiento que se fue alto (9').

Fue poco antes del gol. Un balón largo al espacio de Guardado sobre Wilian José fue peleado por el brasileño que, ante la salida de la portería de Remiro, cedió a Álex Moreno para que marcara a puerta vacía (13'). El Villamarín estallaba de júbilo. La verticalidad era la principal arma bética. Eso sí, poco a poco fue perdiendo la pelota y echándose demasiado atrás.

Mucho tenía que ver también el talento realista. Portu comenzó a sumar ocasiones. Una rozando el palo (21'), una acrobática espuela (24')... el Betis salía a la contra con velocidad, con Fekir y Canales como los jugadores más determinantes y con más peligro en las conducciones. Guido Rodríguez probó suerte con un zurdazo que se marchó fuera por poco, tras tocar en un rival (25').

Sin embargo, el Betis sufrió en el tramo final de la primera mitad. Otra vez Portu rondaba el tanto visitante. Una vez Rui Silva (33'), otra Bartra bajo palos (36') y de nuevo el meta portugués lo impedían (43'). Los de Pellegrini alcanzaban el descanso con el botín de la ventaja, pero habiendo entregado demasiado el balón y el campo. La firmeza de los centrales, Bartra y Víctor Ruiz, y la solidez de Rui Silva mucho tenían que ver en el marcador.

Segunda parte

El Betis recuperó la pelota en el inicio de la segunda mitad. No duró mucho con una Real Sociedad que volvía a incomodar entre líneas y al mediocampo bético le costaba tener el balón. El que más posesión sumaba era Fekir, aunque era parado en faltas una y otra vez. En todo el partido apenas había aparecido Juanmi. Tiempo al tiempo.

Y es que un centro de Álex Moreno desde la izquierda era rematado de cabeza por Juanmi en el segundo palo al fondo de la red. Maravilloso su salto y su testarazo (57'). Enloquecía la afición con O Rei. Guardado, en un córner, rozó el tercero en un remate (61'). El mexicano dejaba su puesto poco después a William Carvalho en el campo.

El Betis estaba desatado y llegó el tercero después de un golpe de magia de Fekir, que acabó con la derecha una jugada en la que le asistió Willian José (66'). La contundencia de los heliopolianos era letal. El partido era otro y William Carvalho, llegando desde atrás y en una jugada elaborada, pudo marcar el cuarto aunque esta vez Remiro sacó a relucir sus reflejos (73').

El cuarto sería obra de Álex Moreno, en una cabalgada por su banda tras un pase de Canales. Magnífica la definición del catalán con un disparo cruzado (81'). El estadio hacía la ola y llegaban los cambios y ovaciones. Miranda, Paul y Tello suplían a Álex Moreno, Guido Rodríguez y Fekir. Hasta Rui Silva ponía su granito de arena con otra gran parada.

Era noche de reconocimientos y un Villamarín entregado despedía rendido a sus pies a Juanmi. Entraba Rodri. Un par de jugadas más de ataque del Betis, que había desdibujado a la Real y hecho disfrutar a la hinchada verdiblanca, que en más de 52.000 espectadores rugieron y gozaron. Licencia para soñar... y tanto.