José Castro explica su dimisión por los whatsapp de Rubiales: "No puedo estar en un sitio donde se falta el respeto al Sevilla"
El presidente del Sevilla, José Castro, dimitió este lunes de manera “irrevocable” como vocal de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la falta de respeto del presidente de la entidad federativa, Luis Rubiales, al club sevillista y su afición y que no se haya disculpado.
En un escrito enviado a la RFEF, Castro, explicaba que “ha esperado unos días antes de tomar esta decisión para ver si el presidente de la RFEF pedía disculpas de manera pública por haber mostrado, presuntamente, su deseo de que el Sevilla perdiera en unas conversaciones de whatsapp”.
El máximo mandatario sevillista reprocha a Rubiales en su misiva “que no sólo no ha pedido disculpas públicas, sino que tampoco siquiera le haya telefoneado para dar explicaciones, por lo que no desea ya formar parte de una junta que preside quien ha faltado al respeto al Sevilla como institución y, lo que es más grave, a los aficionados del Sevilla”.
El dardo de Castro a Rubiales: "No puedo estar en un sitio donde se falta el respeto al Sevilla"
Unas horas más tarde, el presidente atendía a Gol para explicar su salida. "He dimitido porque por todos es sabido esos mensajes de whatsapp en los que se ha visto el Sevilla incluido. Son una serie de desprecios y faltas de respeto con el Sevilla y su afición. Evidentemente el presidente, después de haber dado la posibilidad de pedir disculpas y no hacerlo, no puedo estar en un sitio donde se ha faltado el respeto al Sevilla y la afición del Sevilla"
Ellaaaaaa la ofendida....
Mire usted Sr. presidente, eso no se lo cree ni usted. Usted se irá por otras razones, pero no esgrima lo de la falta de respeto como excusa, porque la falta de respeto hacia el Sevilla que es lo que nos interesa así como a otros equipos, por parte de la federación, es continua y desde hace muchísimos años. No es nuevo. Allí, hace tiempo que se tenía que haber dado un buen manotazo en lo alto de la mesa y haber levantado la voz muy alto, cosa que no se ha hecho.