Un misil para creer; un palo para volver
El Sevilla FC sale vivo del Benito Villamarín. Lo que parecía ser la oportunidad idónea para salir aplastado del Real Betis, lo que parecía ser más un mal rato que un momento para dar el salto, acabó sin sangre, con un empate y con una intrahistoria agarrada a un mismo hombre. Un misil para creer con Gudelj; un palo para volver a la realidad.
Todo apuntaba a magia verdiblanca. Las conversaciones previas al encuentro lo tenían claro: hoy era el día. Con el Betis viviendo uno de sus mejores momentos en la historia reciente y el Sevilla hundido en la clasificación, el "a Segunda" sonó desde mediodía hasta bien entrada la noche.
Pero lo que pasa en el césped, a veces, no corresponde con lo que se escribe en la previa. El Sevilla se hirió dos veces -como si no lo hubiese hecho antes-, pero el Betis, con dos errores gravísimos de Fekir y Borja Iglesias, le abrió la oportunidad.
🚀 Para ver en bucle una y otra vez: ¡¡Qué trallazo de Gudelj directo a la escuadra para rescatar al Sevilla en el Benito Villamarín!! (Incluye vídeo)https://t.co/b5W71xOJW9
— ElDesmarque Sevilla FC (@eldesmarque_sfc) November 6, 2022
La oportunidad la agarró Gudelj, que se sacó un misil imposible de detener, un misil de los que hacen explotar, de los que revientan a la pequeña grada rojiblanca. Como hizo en Mallorca, el serbio levantó a los suyos cuando más atascados parecían estar ante un notable sistema defensivo verdiblanco. Y casi los acaba dejando con los tres puntos.
Tras el éxtasis sevillista, Gudelj se volvió a lanzar otro misil, pero la madera le puso en su sitio. Bravo se quedó mirando y solo el palo pudo salvar al Betis.
El Sevilla llegaba al Benito Villamarín con poco que perder, porque lo ha perdido todo, porque ha perdido hasta la identidad, y mucho que ganar. No ganó, empató, pero se lleva una sensación agridulce -mucho es después de lo que se preveía- después de todo: un misil para creer; un palo para volver a la realidad.
GRANDE GUDELJ, SEVILLA ES ROJIBLANCA.