El infernal recibimiento del Pizjuán al Sevilla contra el Manchester United
El Sánchez-Pizjuán se vistió de gala para una de las noches más especiales del año. Después de los muchísimos desengaños sufridos esta temporada, y con la permanencia sellada virtualmente, el sevillismo recobró la ilusión que te brinda rozar la posibilidad de volver a jugar unas semifinales de la Europa League. Argumentos más que suficientes como para que el Sevilla FC subrayase en rojo la fecha de este jueves, en la que, si eliminaba al Manchester United, podría pasar a convertirse, por méritos propios, en el máximo favorito para lograr el título.
A lo largo de la semana el sevillismo ha promovido ciertas iniciativas para generar una caldera. Ya tres días antes del partido el club colgó el cartel de 'no hay billetes' y este jueves se disfrutó de la que, probablemente, ha sido la mejor entrada del último lustro. Un Sánchez-Pizjuán a reventar que quiso jugar un papel decisivo en la eliminatoria.
La afición del Sevilla metió el primer gol
A través de los Biris Norte y la propia Federación de Peñas instaron a la afición a asistir al estadio de blanco. Y eso estableció una de las imágenes más bonitas de la jornada continental. Todo el Sánchez-Pizjuán de un color inmaculado, unidos, remando por un objetivo común. Los más de 40.000 espectadores recibieron al equipo como antaño se hacía, con un mar de papelillos, con el himno a capela, generando una sinergia que puso los bellos de punta. Un espectáculo que difícilmente se puede ver más allá de Nervión.
Y vaya si funcionó. Sin ir más lejos, esa presión jugó a favor del Sevilla FC, que se adelantó gracias a un error tremendo de Maguire. El central británico no acertó en la salida de balón y su fallo propició el 1-0 de En-Nesyri. Probablemente ese infierno blanco tuvo algo que ver...
