Carlos Torres y la dura noche ante el Sevilla
Carlos Torres, aficionado del Valencia, nos cuenta sus recuerdos, revive los momentos y nos relata 2014 desde el mejor punto de vista posible, el de un valencianista.
"Acaba un año, no, no ha sido un año más, este que se acaba ha sido, quizás, uno de los años mas importantes en la historia del VCF. Nace un nuevo Valencia, indiscutiblemente, más ilusionante, indiscutiblemente también menos nuestro, pero ¿acaso lo era estos últimos años?
En este año que se va, casi todos los valencianistas hemos hecho un máster en económicas, finanzas,
Pero bueno, como decía al principio, la indiscutible ilusión generada por este proyecto, es, en mi opinión, lo más destacable del año. El gran numero de abonados, a pesar de la no participación del equipo en competición europea. El ambiente del estadio, la afluencia de los aficionados al mismo. Son signos inequívocos de la ilusión de la afición. Y es que la transformación estética del viejo Mestalla es la mejor metáfora del renacimiento de un club que busca volver a brillar en todo su esplendor.
Pero si me tengo que quedar con un momento concreto del año, este va a ser, aunque suene raro, la vuelta de la semifinal de Europa league frente al Sevilla en Mestalla. Sí, fue la noche más dura del valencianismo puede que desde la fatídica tanda de penaltis en San Siro, pero igual que tras aquella enorme decepción llegaron los mejores años de la historia reciente de nuestro club, puede que tras esta última empiece otro ciclo glorioso.
Las lágrimas que se derramaron aquella noche, y no fueron pocas, no son más que la muestra de lo grande que es el sentimiento valencianista. El orgullo de una afición que creyó hasta el final en su equipo, tengo la impresión que en aquella fatídica noche ganamos más de lo que perdimos. Y es que, fue esa misma noche cuando decidí que la próxima temporada iba a convertirme, por primera vez en abonado del club.
Solo me queda desear a toda la familia valencianista unas felices fiestas y que en el año que viene se cumplan todos nuestros sueños