Una manita para pasar el trance del Barça

El Levante UD se llevó un carro de goles del Camp Nou (5-0). Algo poco deseable pero tampoco sorprendente. Se daban todos los condicionantes para que el Barcelona saliese a arrolar a los de Alcaraz: tenían la oportunidad de sumar 11 victorias seguidas e igualar la marca de Pep Guardiola, Messi cumplía 300 partidos en Primera y, además, el argentino uno de sus mejores momentos se encuentra en plena carrera por alcanzar a Cristiano en la carrera por el pichichi. Si a ese se le une que Neymar volvió loca a la zaga granota y que al Levante se le presentan verdaderas finales a partir de la visita del Granada, pues cinco goles como cinco soles. Hat-trick de Leo y a superar el trance cuanto antes.
El partido empezó sin ninguna sorpresa en el guión establecido que se presuponía. El Levante bien ordenado atrás, esperando a un contragolpe milagroso y el Barcelona combinando con Messi y Neymar convertidos en la peor de las pesadillas para Toño y Neymar. Utilizando palabras de Joaquín Caparrós, es como las visitas al dentista: te da conversación, te pregunta por la familia, vislumbras algo de esperanza de que 'esta vez es una revisión y no va a sacarme la muela'... hasta que te la extrae. Así, Xumetra se fue de dos futbolistas nada más arrancar el encuentro y cedió a Barral para que el héroe ante el Málaga disparase a las nubes. Respondió Messi con un tiro semejante. Y, en el minuto 18, cayó el primero del Barça: centro medido de Messi desde la derecha, Mariño no sale y Neymar, que pretendía pasarle la pelota a Pedro, termina superando por arriba al portero gallego.
El conjunto de Orriols empezaba perdiendo pero, lejos de volverse locos, los de Lucas Alcaraz siguieron ordenados conscientes de que el Barça buscaría ampliar el marcador. En un sque de banda los granotas gozaron de su segunda oportunidad: Morales la puso larga, la defensa falló y el esférico cayó en los dominios de Barral, pero Mascherano se lanzó rápido al suelo para tirarla a córner. Los de Luis Enrique seguían tocándola en la frontal y el Levante indefectiblemente cada vez más metido en su área. El segundo gol culé llegó del modo más cruel: Uche, la esperanza blanca, la perdió en tres cuartos de campo y entre que la pelota salió de las botas del nigeriano y que terminó en la red del Levante pasaron tres segundos. Bartra la recuperó, pase interior a Messi que, como una exhalación, se internó en el área para superar a Mariño.
A partir de ahí, el Levante ya se vio rebasado por completo y sólo cabía esperar que el conjunto blaugrana no se excediera demasiado. Así, en los últimos compases de la primera mitad Pedro y Messi perdonaron el tercero. Algo que no sucedería discurridos unos minutos del segundo tiempo. Busquets abría a la banda para que Pedro tocase de primera y Messi sólo tuvo que empujarla para el 3-0. Poco después, Iván López derribaba a Neymar dentro del área y el penalti lo convertía Messi. Era el 65' y los catalanes ya vencían 4-0, aunque la cosa no iba a terminar ahí. Poco después, en una nueva internada del Barcelona por banda, Adriano centró y Luis Suárez, recién ingresado y que quería participar en la fiesta de sus compañeros, marcó con un acrobático remate. Messi pudo hacer el sexto pero se encontró con una gran mano de Mariño. El Levante ya sólo piensa en el Granada.