Alcácer y Jaume no acallan el "Nuno vete ya"

Un gol de penalti de Paco Alcácer otra 'asistencia' para que Feghouli consiguiera el segundo, además de las intervenciones de Jaume Doménech, y un golazo de Bakkali, le dieron la victoria al Valencia frente al Levante UD en el primero de los derbis de la temporada. Fue un triunfo holgado en el marcador, pero mucho más apretado por los méritos demostrados sobre el terreno de juego. No en vano, los levantinistas jugaron un gran partido durante los primeros 70 minutos y provocaron que Nuno Espírito Santo recibiera una nueva gran pitada en su casa, además de que le cantara la grada "Nuno vete ya". 

Nuno no sorprendió a nadie. Jaume en la portería, la defensa de cuatro con Cancelo, Santos, Vezo y Gayà; trivote en la medular con Javi Fuego de mediocentro defensivo, Enzo Pérez y André Gomes estarán por delante; el triplete ofensivo era el formado por Piatti en la izquierda, Feghouli, que está perfecto, en la derecha, y Paco Alcácer en la punta del ataque. Era, con Parejo que descansaba, su mejor apuesta para tratar de doblegar al Levante y cogerle al fin el pulso a la competición. 
Rubi, sin tiempo para nada porque acaba de aterrizar, apostó por la vieja guardia. Pedro López, Navarro, Juanfran... y un 4-1-4-1 que le permitió estar bien resguardado atrás y salir a la contra con comodidad. Así, rápidamente pudo dar la sorpresa en Mestalla. No en vano, cuando el público acababa de sentarse en sus asientos, Morales se quedó sólo ante Jaume tras una magnífica pared con Rubén. Parecía cantado el gol, pero el gato de Almenara le salvó de nuevo los muebles a Nuno.
El Valencia dominaba tibiamente, pero sufría con una pareja de centrales inexperta y poco conjuntada. El Levante, valiente, plantaba cara al Valencia. Se aprovechaba que los de Mestalla no tenían nada claro a qué jugar. Sin Parejo el equipo está perdido y, claro, llegó la primera pitada. Minuto 17, Roger la tiraba rozando el larguero y los nervios afloraban. Para más 'inri' a Jaume se le escapaba un centro de Roger y el ambiente se caldeaba un poco más. O reaccionaba, o el partido se le iba a ir de las manos.

El gol en fuera de juego de Feghouli a centro de André apaciguó los ánimos. El portugués la había puesto perfecta para que el argelino la empalmara en el punto de penalti, eso sí, en posición antirreglamentaria.
Las ocasiones claras, se repartían en ambas áreas. Sí, Juanfran, en el 25, remataba desviado por poco un córner botado por Morales; André Gomes hacía un nuevo gol anulado. En esta ocasión, su tiro rebotaba en Paco, también en fuera de juego, y el vasco De Burgos Bengoetxea, invalidaba la jugada.

André Gomes se multiplica

André Gomes se multiplicaba tratando de dar algo de criterio a un centro del campo que iba perdido. Los levantinistas cedían el testigo de la creación al Valencia que, en efecto, no creaba. Las pocas veces que las triangulaciones salían acababan en cosas interesantes. Ése era el camino. En el 41, Paco culminaba una de ellas, rematando fuera por poco. En el 43 era Feghouli el que obligaba a Rubén a intervenir; en el 44 era Enzo el que buscaba la línea de fondo ante la presencia de Juanfran. El veterano defensa buscaba la segunda amarilla para Enzo. El capitán del Levante, que lo desequilibró ligeramente, lo persiguió, lo provocó acusándolo de dejarse caer, sabía que el árbitro era debutante y quería tratar de que expulara al argentino como fuera. Una amarilla para ambos, bastaba. Enzo, previamente amonestado, casi pica, De Burgos no. Con este panorama, con el empate sin goles y con un Levante crecido por haber podido plantar cara al Valencia, se llegó al descanso. La pitada fue corta pero intensa.      

Mestalla se enciende contra Nuno

Piatti -poco brillante en la primera parte- se quedó e la caseta y entró Bakkali tras el descanso. La potencia y la velocidad del belga debían ser el revulsivo que necesitara el equipo. Del triángulo Gayà, André, Bakkali podían salir grandes cosas. De sus botas nacieron las primeras ocasiones del Valencia en esta segunda mitad.
Fue un fogonazo, un espejismo. El Levante, jugando un partido muy serio, arrancó el "Nuno Vete ya" Corría el minuto 52 y el partido estaba en una fase insulsa, sin sentido. Apenas duró medio minuto, pero fue muy dura la crítica. El entrenador, impasible, aguantaba estoico en la banda.

 
Por si la cosa no había quedaba claro, Mestalla coreaba "Negredo, Negredo". El jugador sonreía sonrojado en el palco. La afición emitía su veredicto. No le gusta lo que ve y la paciencia se ha agotado. Toño avivaba el fuego con un disparo a la base del palo. Los papeles estaban cambiados. El equipo de Rubi sabía lo que hacía y lo que quería, mientras que al de Nuno, mejor solo sobre el papel, dependía única y exclusivamente de André. Y así fue.
El portugués se sacó un trayazo desde la frontal que Rubén no pudo atrapar. El rebote le cayó a Feghouli, que fue derribado en un claro penalti. Paco Alcácer se encargaba de transformarlo.

Los nervios se trasladaron al césped hasta el 2-0

Entre los gritos de alegría se colaba de nuevo el "Nuno vete ya". Los nervios se trasladaron al césped. Los levantinistas veían como el fútbol y la justicia les daba la espalda. Habiendo gozado de las mejores ocasiones, de nuevo estaban por debajo en el electrónico en Mestalla.
Simao Mate y Lerma le querían quitar la bola rápido a André Gomes para sacar, éste se giró y la tangana (o tángana) se formó inmediatamente. Roger buscanba de nuevo a Enzo y le empujaba ligeramente. ¿Quizá para provocarlo? El caso es que el argentino dejó su puesto en el 68 a Parejo (silbado, de forma incomprensible) pues su aparición fue providencial.
 
Rubi hacía lo propio en el 70. Sacaba a dos puntas de refresco, Casadesús y Ghilas para tratar de igualar. Morales acababa de probar los reflejos felinos de Jaume, pero llegó la sentencia. Error en defensa, Alcácer se queda sólo ante Rubén y, por alto, con un leve toque, desvía la pelota... Feghouli, llegando desde atrás, remachaba (y le quitaba el gol cantado) haciendo el 2-0. 
Bakkali, con el Levante ya hundido, hizo un golazo en el 79. Se perfiló por la izquierda y, desde el pico del área, con la derecha, la alojaba en el palo contrario. 3-0 y partido sentenciado.
Camarasa se marchaba por otro rehabilitado de Rubi: Xumetra, mientras que Barragán volvía a vestirse de corto para dar descanso a Cancelo.
Jugando a placer, los valencianistas pudieron y debieron ampliar el marcador. El 3-0 que reflejaba el electrónico al final, no suturaba sin embargo, la distancia cada vez más evidente entre la grada, el banquillo y el equipo. Al final, el "Nuno vete ya" fue monumental a pesar de la victoria.