Gen valenciano entre los centenarios de la actual plantilla

David Navarro fue el último en integrarse en el club de los jugadores, del tiempo presente: es decir de los componentes adscritos a la actual plantilla, que acotan la cifra mágica de los cien partidos con la elástica azulgrana. El zaguero confirmó su inclusión en este particular grupo en el enfrentamiento que el pasado sábado cruzó a la escuadra granota y al Deportivo de La Coruña sobre el verde del feudo de Orriols en el marco de la Liga BBVA (1-1). El expediente del central, en barbecho desde el tramo final de la pasada temporada, parece revitalizado tras el aterrizaje de Rubi en el banquillo granota. Su presencia parece incuestionable tras regresar al eje de zaga en los choques encadenados frente al Valencia y Deportivo. Navarro compartió experiencia junto a Juanfran en la confrontación valenciana. En la última comparecencia liguera de la representación levantina estuvo secundado por Zou Feddal. En cierto modo, el defensor sigue los pasos emprendidos por Pedro López, centenario con el club de Orriols desde la disputa del derbi de la ciudad del Turia en el coliseo valencianista hace apenas un par de semanas.

 
En este caso, la historia está marcada por unos paralelismos más que acentuados. Los dos integrantes de la retaguardia azulgrana parecen renacer de sus cenizas después de un duradero y extenso ostracismo que se prolongó sobremanera, si se escrutan los movimientos personalizados del lateral derecho de Torrent en el seno de las alineaciones oficiales. Su estela se difuminó prácticamente desde la llegada de Alcaraz al vestuario. David Navarro y Pedro López se encuadran en un listado en el que brillan los nombres de Juanfran y de Rubén García. El capitán lidera las estadísticas con 179 partidos a sus espaldas desde su retorno como refuerzo invernal en la temporada 2009-2010. A esa cifra habría que sumar los choques contabilizados en su periplo anterior a mediados de los noventa.
La relación de Juanfran con el entorno más cercano al Levante se pierde en la noche de los tiempos. Su estreno remonta las hojas del calendario al desarrollo del ejercicio 1993-194 en un choque ante L’Hospitalet en el Ciutat perteneciente al ámbito de la Segunda División B. Aquel pasado apenas si guarda semejanzas con el presente. Este cuarteto contabiliza más de quinientas confrontaciones defendiendo el escudo de la institución del barrio de Orriols. Y las similitudes vuelven a agolparse, si se analiza con algo de detenimiento esta circunstancia. Los cuatro nutren sus respectivos expedientes de partidos relacionados con la Liga BBVA, Copa de Rey y Liga Europea. Es decir: conforman la vanguardia de la historia más reciente establecida por la entidad azulgrana y forman parte de la secuencia última rubricada por la institución. Y podría acentuarse que son los guardianes de la memoria más cercana del Levante puesto que su presencia puede rastrearse formalmente en los hitos más destacados, contextualizados en el tiempo más reciente, de una sociedad que está redefiniendo sus caracteres sobre el interior del verde.
Desde la heroica permanencia en Primera, conquistada y lacrada en Mestalla en los días finales del ejercicio 2010-2011, hasta la posibilidad de competir por sexta temporada consecutiva en la elite, incluyendo, por extensión, la noche mítica de El Madrigal, que alzó al Levante a los altares de la tabla en la máxima categoría, así como la legendaria clasificación para la Vieja Europa, tras anestesiar al Athletic Club en Orriols, y las siguientes batallas en ese universo desconocido que proyectó al club hacia cotas que parecían difícilmente imaginables. Los cuatro están incluidos en alguno de esos relatos. Juanfran, Navarro y Pedro López jerarquizan en el interior del vestuario. Los tres están ungidos con la condición de capitanes y no parece descabellado pensar en Rubén, un producto surgido de las cavernosas profundidades de la cantera de Buñol, como uno de los aspirantes a la sucesión. Y los cuatro centenarios están unidos por el ADN valenciano, un gen que cotiza al alza en el interior del vestuario granota.