El Levante se abona a la mediocridad y al farolillo rojo

Dicen que el paso de la Nochevieja al Año Nuevo hay que vivirlo vistiendo una prenda roja y para el Levante UD ésa no es otra que el farolillo rojo, al que parece aferrarse. El conjunto de Rubi perdió frente al Málaga (0-1) en uno de esos partidos en que, a los puntos, por dominio, fue superior pero eso en fútbol si no se traduce en goles, y de eso entre otras cosas andan justitos los azulgrana, no es suficiente. Es bastante pobre, de hecho. Duda fue el encargado de engatillar al equipo valenciano con un gol para colmo de chiripa. Drama en Orriols.

Los equipos se repartieron el dominio en la primera mitad, aunque infructuoso para ambas partes y en mayor tiempo para los granotas. El Málaga arrancó buscándole las cosquillas a Nikos en el flanco derecho del ataque visitante pero sus intentos morían en la orilla de Mariño. Por su parte, los de Rubi se desperezaron a partir del cuarto de hora pero siempre faltaba el último pase, meter la puntera de una bota, al fin y al cabo, mejores elecciones. Lo que se llama calidad. La primera aproximación de los granotas fue en el 23', cuando sacaron una falta lateral que entró a cabecear con todo Lerma y Roger no llegó por milímetros.
El Málaga se consumía cuando se cruzaba el ecuador de los primeros 45 minutos y poco a poco los valencianos se hacían con el dominio total pero, para su desgracia, sin obtener los frutos deseados. La mejor ocasión llegó justo a la media hora en un córner que se perdía por línea de banda pero Camarasa peleó para recuperarla y llegó Lerma para poner la rosca hacia el corazón del área, donde esperaba David Navarro para cabecear. Pero un metro por encima del marco defendido por Kameni.
En la segunda mitad, el partido siguió el mismo guión durante los primeros tramos con un Levante presionando y dominando y un Málaga que tampoco se sentía demasiado incómodo bombeando balones y aguantando en defensa habida cuenta de la inoperancia ofensiva local. La primera jugada comprometida para Kameni fue un zambombazo de Camarasa desde la frontal que atajó cuando llevaba camino de colarse por la misma escuadra y a esta acción del de Meliana le contestó el equipo de Javi Gracia con un contragolpe en que Boka perdonó a Mariño chutando defectuoso cuando lo tenía todo para ajusticiar al meta gallego. Poco después, volvía a ser Camarasa, el mejor de los azulgrana, quien volvía a poner a prueba al portero camerunés del Málaga con un cabezazo buscando el poste izquierdo que le obligó a estirarse.
Al final, el drama del Levante, el que lleva persiguiéndole o el que el equipo lleva persiguiendo con su juego durante los últimos partidos, volvió a pasar factura y tuvo que ser un ex granota como Duda el que subiese un nivel más el estado de alarma en Orriols marcando el 0-1 de libre directo y, encima, para más inri, por enmedio de la barrera. El portugués chutó raso, el esférico se coló por enmedio de las piernas de los hombres que conformaban la muralla y Mariño sólo pudo que ver pasar la pelota y observar cómo se alojaba en el fondo de las mallas. El Levante huele muy mal.