Alcácer: con Mendieta y Pedja en el recuerdo

La confirmación oficial del traspaso de Paco Alcácer al F.C.Barcelona es cuestión de horas. Este jueves es el día previsto para que ambos clubes intercambien la documentación necesaria para que el futbolista de Torrent consiga su objetivo y se marche definitivamente al Camp Nou. Sin duda, un duro varapalo para la moral de la afición valencianista que ve como, irremediablemente, su gran ídolo durante las últimas temporadas abandona el barco, dejando al Valencia CF en la estacada. Un referente que dejará de serlo y con su marcha, la decepción y la desazón inundará el sentimiento de numerosos aficionados que a día de hoy encuentran muchas complicaciones para mantener la ilusión. 

El club ha manifestado públicamente, en boca de su presidenta y del director deportivo de la entidad, que Alcácer no estaba en venta y que la intención no era desprenderse del ariete de Torrent. Pero nada más lejos de la realidad ya que al mismo tiempo que se ofrecía un mensaje rotundo, el Valencia CF negociaba la venta de un jugador que está encantado de marcharse al Barcelona, que él mismo se ofreció y que no mira atrás. Un duro varapalo para la moral de la afición valencianista que ve como, irremediablemente, su gran ídolo durante las últimas temporadas abandona el barco, dejando al Valencia CF en la estacada
Es una situación que golpea duramente el aspecto emocional del valencianismo y que hace recordar la salida del Valencia CF de otros jugadores que se convirtieron en leyenda y que posteriormente se marcharon seducidos por el dinero y otras oportunidades deportivas. 
Ni siquiera un sobrenombre con tanto identidad como 'el murciélago del escudo' fue suficiente para retener a Gaizka Mendieta en el Valencia CF. El jugador pidió salir para cumplir su deseo de jugar en el Real Madrid. A través de una multitudinaria rueda de prensa lo anunció para presionar su venta, sin embargo, el club de Mestalla paralizó cualquier negociación con el club blanco, no así con la Lazio. Mendieta se marchó a Roma por unos 7.500 millones de las antiguas pesetas. Su venta le costó el cargo al presidente Pedro Cortés por aquel entonces. El máximo mandatario valencianista había declarado que 'vender a Mendieta sería lo último que haría como presidente'. Al final de la corrida, las circunstancias impidieron retener al jugador y Cortés cumplió con su palabra y abandonó el cargo al mismo tiempo que la decepción copaba los corazones valencianistas. 
Mucho más flagrante fue el caso de Pedja Mijatovic hace más de dos décadas. Su marcha al Madrid auspició un arraigado y beligerante sentimiento anti-madridista en buena parte del valencianismo por culpa de un gran futbolista que abandonó Mestalla considerado un auténtico traidor. El montenegrino declaró ante cientos de peñistas que no se marcharía del Valencia CF y días después saltaba la noticia. Pedja ya había negociado las condiciones de su nuevo contrato con el Real Madrid a donde se marcharía al finalizar la temporada, previo pago de la cláusula de rescisión, unos 1.250 millones de pesetas. Fue toda una afrenta para la afición que se encargó de castigar a Mijatovic durante los tres meses siguientes en los que todavía debía vestir la camiseta del Valencia. Fue insultado en los entrenamientos y en los partidos por su propia afición, incluso tuvo que contratar guardaespaldas puesto que no podía salir a la calle sin ser increpado.