A Mangala se le atraganta el costado derecho

El Valencia CF se encuentra en un periodo de adaptación constante en la búsqueda de la mejor fórmula para que el bloque gane en competitividad. La última apuesta del técnico Cesare Prandelli es la del sistema 3-5-2 con la entrada de tres centrales en el centro de la zaga aprovechando la proyección ofensiva de los laterales de largo recorrido que tiene el Valencia CF. Un esquema táctico en el que Prandelli ha depositado mucha confianza pues así lo ha demostrado en gran parte de su carrera en la que ha conseguido muy buen rendimiento de sus equipos. Sin ir más lejos, la Italia que cayó en la final de la Eurocopa de 2012 contra España jugaba de esta manera. 

El equipo está adaptándose a ese sistema que le permitió demostrar una mejor imagen en el Sánchez-Pizjuán pese a la derrota y volver a la senda del triunfo aunque este llegase en la Copa del Rey ante un Leganés plagado de suplentes. Tiempo al tiempo. Algo necesario pues en la línea que encuentra novedades más importantes, la retaguardia, los centrales no están acostumbrados a jugar con otros dos compañeros y deben asumir automatismos y movimientos necesarios para cubrir los espacios que quedan al tener los laterales más adelantados. Los centrales no están acostumbrados a jugar con otros dos compañeros y deben asumir automatismos y movimientos
Las características de los centrales de que dispone Prandelli, llevan al técnico a jugar con dos zagueros zurdos en los costados y con Garay, que es el que posee mayor capacidad para sacar el balón jugado, en el centro de la zaga. Esta disposición perjudica en cierta medida a uno de los tres centrales. Se trata de Eliaquim Mangala, zurdo y que juega en la banda derecha. 
No hay duda de que el francés es el defensor más contundente de la plantilla. El más fuerte y rápido en el corte, sin embargo con el balón en los pies tiene muchos más problemas. De hecho es uno de los futbolistas con mejores cualidades de Europa pero el déficit que tiene con el balón en los pies empaña sus privilegiadas condiciones. Los datos cosechados por el francés tanto en el choque ante el Sevilla como en Butarque revelan estas dificultades. En Nervión, Mangala consiguió un 66'7% de efectividad en los pases, porcentaje bajo pero superior al que firmó el pasado martes ante el conjunto pepinero. Su efectividad en los pases no superó el 47'8%. Números muy bajos que radiografían una situación que quedó retratada en la acción en la que Mangala se jugó un pase diagonal hacia el centro que fue interceptado por el delantero del Leganés en la presión. El despiste de Mangala concedió ventaja al ofensor pepinero que se plantó en el área valencianista para dejar a un compañero en una situación inmejorable para batir a Jaume Doménech. Tan solo el desacierto del ariete pepinero evitó un final peor para el error de Mangala.