La gran noche de Zaza

Si hay una noche perfecta para firmar tu mejor actuación con la camiseta del Valencia CF es en una victoria frente al Real Madrid en Mestalla, y eso es lo que precisamente hizo Simone Zaza. El delantero italiano ya había conquistado a la afición valencianista con su esfuerzo y entrega, pero terminó de metérsela en el bolsillo con el golazo que firmó contra el Real Madrid. El 'Zazaísmo' ya está aquí.

Simone Zaza es un soldado con corazón de poeta. Cuando el italiano escucha el pitido inicial del árbitro se enfunda el casco e inicia su propia guerra. Una en la que no hacen prisioneros ni se aceptan treguas. Corre y pelea y choca y presiona y se tira al suelo y golpea al rival y comete faltas y lo da todo por cada balón. Y en mitad del fragor de la batalla encuentra la inspiración. Suelta el fusil y crea su obra de arte.
Simone Zaza es un soldado con corazón de poeta. Cuando el italiano escucha el pitido inicial del árbitro se enfunda el casco e inicia su propia guerra
Así sucedió a los cuatro minutos de partido. Munir puso un balón al corazón del área. Ahí apareció Simone Zaza para controlarlo de pecho después de ganarle la posición a Raphael Varane. Estaba de espaldas a la portería y con el balón botando a media altura. Sin embargo, el italiano encontró una solución. Estiró su pierna izquierda para inventarse una volea que se coló por la misma escuadra. Keylor Navas no pudo ni verla.
Y esta vez lo celebró. Vaya si lo celebró. Por todo lo alto. Su gol contra el Athletic sirvió para liberar los fantasmas que le había generado su desagradable paso por el West Ham. El tanto ante el Real Madrid representaba la confirmación de su regreso. Zaza volvía a sentirse como el jugador que había llamado la atención de un grande como la Juventus de Turín y era habitual de la selección italiana.
Tras firmar su obra de arte Zaza volvió a lo suyo. A correr y pelear y chocar y presionar y tirarse al suelo y golpear al rival y cometer faltas y darlo todo por cada balón. Trabajó sin descanso, sin importarle en que posición del campo estuviera el balón. Se le vio tanto dificultar la salida de Sergio Ramos como presionar a Karim Benzema en su propio córner.
Pudo redondear su noche, pero el árbitro no quiso señalar un claro penalti que Carvajal que cometió sobre él cuando ya encaraba a Keylor Navas tras robarle la cartera a Varane. Hubiera sido el broche de oro para su primera gran noche en Mestalla, aunque el colegiado le privó de la gloria. Pocos minutos después, el tiempo de inactividad le pasó factura en forma de sobrecarga y se vio obligado a abandonar el terreno de juego. La guerra de Simone Zaza se acabó a los 72 minutos, pero le dio tiempo para firmar una obra de arte clave para lograr los tres puntos. El 'Zazaísmo' ya está aquí.