El "pibe" se hace más inmortal
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El exfutbolista del Valencia CF, Pablo César Aimar, cumple hoy 38 años, despertando un poco más de nostalgia en toda aquella generación de valencianistas que crecieron viendo las virguerías de aquel "pibe" tímido que llegó procedente de River Plate en el mercado de invierno de la temporada 2000/2001 por unos 3.000 millones de pesetas.
Sus primeras palabras al llegar a Valencia desprendían esa ilusión y precaución del joven recién llegado a un nuevo hogar pero sobrado de talento: "Temí que River y Valencia no llegaran a un acuerdo, pero todo se resolvió felizmente. Puede ser que yo también tema las expectativas que generó mi transferencia, aunque lo feo sería que los hinchas no esperasen nada de mí". Y su esperanza de triunfar como sus compatriotas Kempes y Claudio López lo hicieran con anterioridad parece que se cumplió. Aimar llegó avalado hasta por Diego Armando Maradona
Para empezar, su debut no pudo ser más mítico; en partido de Liga de Campeones y en Mestalla frente al Manchester United el día de San Valentín de 2001. A pesar de acabar en empate sin goles, el argentino de 21 años por aquel entonces ya dejó al coliseo de la Avenida de Suecia y a todo fútbol europeo con la boca abierta por su calidad, velocidad y resistencia.
Con la camiseta blanquinegra, Pablo Aimar formó parte del mejor Valencia CF de la historia desde la temporada 2000/2001 hasta la 2005/2006, cuando se marchó al Zaragoza en el mercado de verano por 11 millones de euros. Conquistó dos títulos de Liga en las temporadas 2001/2002 y 2003-2004, una Copa de la UEFA en la 2003/2004 y una Supercopa de Europa en la 2004/2005. Jugó 238 partidos con la camiseta blanquinegra (216 oficiales y 22 amistosos) y marcó 38 goles (34 oficiales y 4 en amistosos).
SONRISA MAGIA CLASE INMORTAL ¡Felices 38, @PabloAimarOK! pic.twitter.com/chirrhicfp
— Valencia CF (@valenciacf) 3 November 2017
Volvió a Mestalla en septiembre
Con motivo del partido entre el Valencia CF y el Atlético de Madrid de la jornada 3, Pablo Aimar fue invitado al palco de Mestalla y desde allí contempló con la misma sonrisa que tenía cuando pisó por primera vez Mestalla la ovación que las gradas le rindieron. Y desde estas comenzó a sonar, una vez más, el clásico cántico dedicado al "pibe de Río Cuarto": "Vamos, Pablito Aimar. Que la gloria volverá. Como Kempes y el Piojo, otro pibe inmortal".
