Nacho fusila al Levante en Zorrilla
La victoria se le volvió a resistir a un Levante UD que volvió a hincar la rodilla, en esta ocasión frente a un Valladolid que, por contra, logró sumar por primera vez los tres puntos (2-1) en esta edición de la Liga Santander. Cada tropiezo de los granotas en los últimos tiempos ha tenido un cariz diferente. Ante el Espanyol por un error individual, frente al Sevilla éstos se multiplicaron en la misma proporción que los tantos del adversario y, en el José Zorrilla, simplemente hay que decir que el rival fue mejor que los de Paco López. Los blanquivioletas dominaron en la primera mitad, aun así el Levante UD se avanzó nada más arrancar el segundo tiempo pero, con expulsión de Vukcevic de por medio, los de Sergio González terminaron imponiendo su mejor fútbol para impedir la necesaria reacción de un equipo azulgrana atascado en los cuatro puntos en la tabla.
Bien fuera porque al Real Valladolid le gusta ser el dueño de la pelota, y sobre todo ante su parroquia, bien porque el Levante venía de encajar seis goles y por tanto debía demostrarse a sí mismo que era capaz de ser fuerte defensivamente, el primer tiempo discurrió sobre todo en la mitad de terreno de juego visitante. Rubén Alcaraz y Michel Herrero, respaldados por Óscar Plano, llevaban el mando y la movilidad de Toni Villa, Cop y Enes Ünal preocupó y ocupó a los de Paco López en estos 45 minutos. Pero recuperar la entereza en la retaguardia, empezar a crecer desde atrás y luego soltar algún latigazo a la contra, era el primer objetivo y algunas veces con sufrimiento y otras con solvencia los valencianos lograron marcharse al descanso sin encajar... ni marcar.
La movilidad de Villa, Cop y Ünal llevó de cabeza al Levante que, con entereza, logró el objetivo de cerrar su portería y no encajar en la primera mitad
Eso sí, unas veces Chema, Postigo y un Luna muy atareado en defensa, y otras Oier Olazabal, abortaban las acometidas blanquivioletas. En el 12', Ünal filtró el esférico y Cop soltó un zurdazo que se encontró con una buena parada del portero granota. La primera vez que el Levante se quitó el corsé fue casi llegada la media hora cuando Morales agarró el esférico en tres cuartos de campo y arrancó con los tres palos entre ceja y ceja. El 'Comandante' entre quiebros y requiebros sorteó a varios adversarios, quizá demasiados porque en el momento de apretar el gatillo se encontró demasiado escorado y Masip atajó su disparo.
Fue la acción de peligro más destacada de los de Paco López, a los que les tocó pese al aviso volver a apretar los dientes de lo lindo para evitar llegar al ecuador del choque con desventaja. En el 30', Ünal recogió un balón perdido en la frontal y probó suerte pero no sorprendió a Oier. Luego, sería Michel el que zarpase desde el vértice del área, se marchó de Morales, todavía lanzó otro amago y disparó pero la pelota no siguió los planes del de Burjassot, que era colarla por la escuadra, y se marchó fuera. El tercer intento seguido llegaría con una internada de Cop en posición de extremo izquierdo y el centro raso hacia Villa, que en la pelea con Chema salió perdedor aunque todavía logró disparar y el rebote en el de Caudete lo atajó Oier. Y todavía habría tiempo para un susto final: un gol de Cop que rápidamente fue anulado tras consultar con el VAR por un evidente fuera de juego.
Una vez recuperada la confianza atrás y tapado de cintura para abajo, el Levante se dispuso a estirar la manta hacia arriba y lo cierto es que el arranque de la segunda mitad tuvo poco que ver con lo sucedido anteriormente. Y es que, al poco de reanudarse la contienda, el Levante en un abrir y cerrar de ojos ya se había puesto por delante gracias a una buena acción de estrategia. Campaña sirvió desde la esquina y Postigo aprovechó el buen centro del sevillano y el aclarado de Borja Mayoral para rematar de cabeza a bocajarro. Pese a ello, Masip pudo evitar el primer intento de marcar del central pero la pelota le volvió a caer al madrileño, que con calma la empujó con la izquierda hacia la portería.
Casi era para frotarse los ojos pero lo cierto era que el Levante cumplía con la premisa de los equipos que lo están pasando mal: primero cerrar la portería y luego ya se verá. Ese 'ya se verá' era el 0-1 pero le iba a durar bastante poco ya que, si los granotas habían aprovechado un centro lateral para avanzarse, el Valladolid hizo lo propio en el 50' con un centro desde la izquierda de Villa (solo de toda soledad) hacia Enes Ünal que el turco remató casi sin oposición hacia la red. Cop la empujó hacia adentro cuando el balón ya tomaba camino hacia la red pero el autor del tanto del empate casi era una anécdota, en espíritu era del otomano.
El golpe, de todos modos, no envió a la lona al Levante ya que Morales, tras un buen pase atrás de Mayoral, iba a obligar al meta Masip a estirarse y meter la mano arriba para evitar el segundo tanto azulgrana. Sin embargo, sí que se tambaleó el conjunto de Orriols después de que Medié Jiménez le mostrase la segunda amarilla a Vukcevic y le mostrase el camino de los vestuarios. El montenegrino, por tanto, en su debut como titular duraba 53 minutos sobre el césped del José Zorrilla. Al poco, llegó el remate para los de Paco López: Michel Herrero sirvió un córner hacia la frontal, donde apareció el lateral Nacho para, de una volea exquisita, enviar un misil hacia el fondo de las mallas. La euforia se disparó entre los futbolistas blanquivioletas, en el banquillo por fructificar la pizarra, en la grada por lo que podía ser la primera victoria de la escuadra pucelana.
El chasco era brutal para un Levante que se veía con muchas opciones de ganar y que no había sido capaz en poco tiempo de mantenerse con 11 futbolistas sobre el terreno de juego y, posteriormente, de aguantar el empuje de los de Sergio González. Y pudieron encajar más goles si, en el 73', tras otra genialidad en forma de pase de Michel hacia Antoñito, el herrereño hubiera enfocado un tiro a bocajarro que se marchó por arriba rozando el travesaño. Ahí se terminó el partido en cuanto a acciones destacadas. El Levante, sobre todo por ímpetu de Morales, rondó durante la recta final del choque el área pucelana pero sin lograr adentrarse, sin peligro hasta que el coraje y la pelea de Postigo en el área casi deriva en un remate de Chema pero la defensa local desvió a córner. Fue el último coletazo de un Levante que no se vio capaz de sumar al menos ese punto que aliviase la crisis de resultados.