Tablas en la batalla de Mestalla
El Valencia CF empató ante el FC Barcelona en un encuentro en el que le jugó de tú a tú al vigente campeón de Liga. Los goles llegaron en la primera mitad. Los de Marcelino se adelantaron con un tanto de Garay en el primer minuto del encuentro y, antes de la primera media hora de juego, sería Messi el que empatara un Valencia-Barça muy igualado.
Marcelino sorprendió a propios y a extraños dejando en el banquillo de inicio a Rodrigo, que había marcado dos goles en los dos últimos Valencia-Barça. Quizá no lo necesitaba pensó al primer minuto cuando Garay, concluía en la línea de gol un córner sacado por Parejo y que cabeceó hacia atrás por error Vermaelen tras haber derribado a Kondogbia. Pronto ganaba el Valencia.
El Valencia se encerró para defender la renta y, a la primera que pudo, casi amplía su ventaja. Guedes se coló como un puñal por su banda tras un pase magistral de Gayà y su pase atrás acabó en las botas de Batshuayi, que disparó fuera por poco.
El propio Guedes se dejaría la piel y la rodilla para cortar una contra antes de que Kondogbia probara de nuevo fortuna desde fuera del área. El portugués, una amenaza para el Barça en estos primeros compases, se marchó lesionado. El año pasado eso habría supuesto un drama, esta campaña está Cheryshev para sustituirle y la cosa cambia.
Messi, el verdugo
El primer disparo a puerta del Barcelona llegó en el minuto 21. Messi disparó y Neto paró. A la siguiente, el astro argentino no falló. Desde la frontal, un tiro raso pegado al palo batió al brasileño e igualaba la contienda. El argentino ya le ha marcado 25 goles al Valencia que no sabe cómo pararlo.
El empate precedió a los mejores minutos del líder que encerró e hizo sufrir al Valencia de Marcelino. La táctica de esperar y salir a la contra es buena siempre y cuando tienes salida y el Valencia, sin Guedes y sin Rodrigo, perdió velocidad en las transiciones. Carlos Soler se dio cuenta y, pasada la primera media hora de partido, sacó al equipo de su campo con una cabalgada estética y vertical. Era un rayo de esperanza que despuntaba en el dominio culé. Ese y una llegada por la izquierda de Gayà cuyo tiro se fue desviado por poco.
Tras el paso por vestuarios el Valencia quiso recuperar el terreno perdido en la primera mitad y lo consiguió. Defendió más lejos de su área y sufrió menos.
Parejo, de tiro lejano, probó fortuna antes de la primera hora de partido, momento en que Coutinho le arreó un bofetón cuando lo agarraba por la camiseta. González González lo vio, le sacó tarjeta al brasileño del Barça, pero se equivocó de color y se quedó en amarilla.
El desgaste empezó a pasar factura a ambos equipos. El tanto de la victoria no llegó y, al final ambos conjuntos se repartieron los puntos en una batalla deportiva y futbolística que pudo decantarse de cualquier lado.
Desde luego el partido era otro. El Valencia había salido con otro brío y mordía a la contra. El monólogo culé con el que se había acabado la primera mitad era historia. Marcelino, viendo el partido deshilvanado, apostó por Rodrigo y luego por Coquelin. El internacional español revolucionó el juego de ataque valencianista, mientras que el francés le dio descanso a un fundido Kondogbia. El desgaste empezó a pasar factura a ambos equipos. El Valencia tiró más de corazón que de cabeza para tratar de buscar un gol que desnivelara el choque. El tanto no llegó y, al final ambos conjuntos se repartieron los puntos en una batalla deportiva y futbolística que pudo decantarse de cualquier lado.
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