Pesadilla con final feliz antes de Navidad
OEl Valencia CF necesitó 93 minutos para superar ante el colista. El guión del partido fue el de siempre en Mestalla: El equipo juega mejor, marca -gracias a un gol de Dani Parejo- después se amilana, no acierta, el rival se rehace, llegan los errores propios -penalti absurdo de Carlos Soler- y los puntos, las ilusiones y los objetivos vuelan de Valencia. El Valencia-Huesca fue una pesadilla, esta vez, antes de Navidad, de la que el Valencia pudo despertarse gracias al antihéroe Piccini, que aprovechó un barullo en el área en el 93. Menos mal.
El Valencia necesitaba ganar y reivindicarse ante el colista. El primer partido al mediodía en Mestalla daba para ello y, a pesar de las bajas, Marcelino sacó un once de garantías, aunque era casi once que podía formar. Esto es con las novedades de Carlos Soler en el doble pivote junto a Dani Parejo y Piccini en el once para que Wass jugara como interior derecho. El Valencia quería dominar y apretar y así, desde el principio acogotó a su rival. Mina lo probaba pronto desde fuera y el equipo encerraba al Huesca en su área. Tampoco es algo novedoso eso porque le ha sucedido en casi todos los encuentros que juega de local, pero luego lo que falla es el remate.
Hasta el área todo funcionaba y funcionó bien ante el Huesca. Wass y Piccini apuraban su banda, Rodrigo combinaba, Mina trabajaba y Soler y Parejo creaban. Faltaba ese último pase, ese remate que pusiera en ventaja a los de Marcelino. El Valencia lo intentaba por un costado, como no podía, se iba al otro, a buscar a Cheryshev, pero estaba en fuera de juego. Y así una y otra vez. Como mucho, los balones terminaban en centros laterales y remates de cabeza desviados. Tuvo que ser, al fin, en una recuperación en banda izquierda cuando, tras una jugada elaborada entre todo el ataque valencianista llegó el gol con un remate afortunado de Parejo. Cheryshev recuperó, Mina y Rodrigo hicieron la pared y el capitán, llegando desde atrás, anotó tras un disparo en semifallo.
Faltaba la segunda prueba
El tanto hacía justicia a lo demostrado sobre el césped. Faltaba ahora superar la segunda prueba, que es mantener la ventaja. Y el Valencia lo lograría, pero no sin algún susto de por medio. Así, Piccini, despejó mal de cabeza y le dejó la bola muerta a Melero. El remate del capitán oscense a bocajarro se encontró con un Neto inconmensurable. Menos mal. Poco después volvería el lateral italiano a repetir el lance. Su asistencia de cabeza, por fortuna, tampoco acabó encontrado rematador oscense.
Es el guión de cada partido y el Valencia-Huesca no iba a ser una excepción. El Valencia es mejor, marca y después sufre. O peor aún, sigue haciendo ocasiones y no remata... hasta que el rival empata
Es el guión de cada partido. El Valencia es mejor, marca y después sufre. O peor aún, sigue haciendo ocasiones y no remata. Y es que, antes del descanso, los de Marcelino debieron ampliar su ventaja. Es incomprensible como un remate de Mina de cabeza a un metro de la línea no entró. El meta Santamaría pasaba por ahí y la sacó. Más duro aún sería cuando, con el tiempo cumplido, el cancerbero aragonés le regalaba el balón a Mina, este la cedía atrás y Rodrigo en el área pequeña la echaba fuera ¡Qué desesperación!. Faltaba que el colegiado Gil Manzano no quisiera revisar en el VAR unas posibles manos para que Mestalla se desesperara.
Más sustos y frustraciones
Los sustos y las frustraciones iban a continuar tras el descanso. Con el sol a su espalda, el Valencia permitió un mano a mano de Rivera con Neto que el meta sacó de forma magistral. Era como el pitido inicial para que los de Mestalla volvieran a su tracidional acoso y derribo sin acierto. Fue el clásico toque de atención que parece necesitar este equipo.
Ése y la sal que le ponen los colegiados a esto del fútbol. Gil Manzano se inventó un córner que en realidad era falta sobre Neto, decisión que desquició a un equipo y una afición que veían como no podían cerrar el partido ante el colista con otro gol. Para buscarlo la decisión fue sacar a Ferran Torres y sentar a Mina. El cambio fue silbado, pero Mina aplaudido. Cheryshev se colocaba de segunda punta en el momento en que Carlos Soler cometía un penalti absurdo sobre el Cucho que esta vez el colegiado no dudó. El canterano lo apartó porque le había cogido la posición y el Cucho no falló el regalo. 1-1.
Los fantasmas de un nuevo empate sobrevolaban Mestalla. A este equipo se le ha olvidado ganar. Es increíble, pero cierto. La psique del equipo, del cuerpo técnico y de la afición está a punto de reventar. Salió Batshuayi, por supuesto silbado, y a las primeras de cambio, pudo marcar. Cheryshev volvía al costado y con dos extremos puros el Valencia volvió a dominar. Carlos Soler tuvo una clarísima para marcar y desquitarse de su error. De nuevo la tiró al 'muñeco'. Mestalla animaba, lloraba, reía y sufría con los suyos. Si el Valencia no ganaba es porque se le ha olvidado marcar, pero no por la falta de apoyo de su hinchada.
Entre Gayà y Parejo perdieron un balón absurdo que dejó a Longo solo ante Neto. Era el epitafio, pero Soler llegando desde atrás lo desequilibró lo suficiente como para que no marcara. El VAR miró hacia otro lado y el Valencia seguía vivo, todo y que era el Huesca el que estrellaba Rivero un balón en el larguero. A partir de ahí poco o nada se jugó. Un sector de la grada pedía la dimisión de Marcelino, otros silbaban ese grito, pero todos juntos gritaron como nunca el gol de Piccini en el 93. El antihéroe, que no había estado fino. resolvió un barullo en el área y con un zurdazo puso el definitivo 2-1. La victoria salva los muebles, pero no evita el cabreo lógico de la hinchada.
Ficha técnica:
Valencia CF: Neto; Piccini, Garay, Diakhaby, Gayá; Soler, Wass (Batshuayi, 75'), Parejo, Cheryshev; Rodrigo y Santi Mina.
SD Huesca: Santamaría; Miramón, Insua, Etxeita (Camacho, 88'), Akapo; Musto (Sastre, 87') , Moi Gómez, Rivera, Melero (Longo, 66'), Ferreiro y Hernández.
Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Santi Mina (31'), Cheryshev (34'), Garay (49'), Insua (54'), Rodrigo (63'), Longo (82'), Gayá (83'), Rivera (83'), Soler (88').
Goles: 1-0, M. 25: Parejo. 1-1, M. 72: Cucho de penalti. 2-1, M. 93: Piccini con la izquierda desde dentro del área