Mestalla llevó en volandas a su equipo
Mestalla acogía el partido entre el Valencia CF y el Getafe CF, choque correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El Valencia CF había caido por 1-0 en el encuentro disputado en el Colliseum Alfónso Pérez, pero la afición jamás pensaba que la eliminatoria estaba perdida ya que la confianza en el equipo valenciano es máxima.
El gran aliento de la afición llevó al equipo en volandas hasta que el arbitro pitó el final. El conjunto de Mestalla se impuso por 3-1 al equipo madrileño tras un hat-trick de Rodrigo, con dos goles en el descuento.
Un tenso recibimiento
El partido se empezó a jugar mucho antes de que el balón comenzara a rodar en el tapete del feudo valencianista. La gente ya empezaba a congregarse en la calle de Suecia para recibir a ambos equipos, los jugadores de la capital del Turia recibieron los ánimos habituales de sus seguidores.
En cambio, el equipo azulón llegó al santuario blanquinegro recibiendo abucheos, insultos y pitos debido a las polémicas declaraciones de su técnico José Bordalás que tuvo unas palabras muy poco afortunadas al hablar de Marcelino García Toral en la rueda de prensa posterior al partido de ida. Bordalás compitió de manera farragosa en la sala de prensa, igual que lo hacen sus jugadores en el terreno de juego, y eso le ha acabado pasando factura con la afición blanquinegra.
Susto inicial
Antes del pitido inicial Mestalla vibraba con la salida de los suyos al terreno de juego, pero nada más comenzó a rodar el esférico llegó la primera desgracia de la noche con el gol de Molina en el primer minuto de encuentro. A pesar de esto, la afición no cambió su mentalidad, todavía se podía remontar solo que ahora en vez de dos goles hacían falta tres.
En esta tesitura se desarrolló la primera mitad, con un Mestalla duro e incomodo para el equipo azulón y siempre positivo e intenso con los suyos. Se pitaba cada falta dura del rival y se aplaudía cada intento del conjunto local. En algunos momentos los valencianistas se llegaron a desesperar hasta con su equipo debido a la falta de precisión en las ocasiones claras que estos tenían.
El Getafe comenzaba a desarrollar su juego, es decir, comenzaban a hacer duras faltas a los jugadores del Valencia. En una de estas el estadio desesperó y al grito de "Damián Suárez hijo de puta" se lo hizo saber. El descanso llegó y con ella una gran pitada del estadio mostrando su enfado con el poco tiempo añadido y el arbitraje.
Gol anulado
Habían pasado poco más de cinco minutos desde la vuelta de los jugadores al césped de Mestalla y el estadio se venía arriba con el gol de Santi Mina tras un gran centro de Carlos Soler. Pero la alegría duraba poco en el feudo valencianista ya que el VAR anulaba por fuera de juego el gol que había sido concedido en un primer momento.
Tras una monumental pitada al árbitro se hizo el silencio en el estadio, fue solo un instante pero se notó el duro varapalo que se llevó una vez la tecnología le arrebató un gol que ya habían celebrado. Tras ese breve momento de duda, el estadio volvió a animar a los suyos ya que el VAR le podrá quitar goles a los de Marcelino, pero lo que nunca le quitará es el aliento de la afición.
Media hora de infarto
Tras el gol de anulado se volvió a notar el aliento con el gol de Rodrigo a la hora de encuentro, quedaba media hora de encuentro y hacían falta dos goles. Ambos, equipo y afición aceptaban el reto. Al grito de "A por ellos" los aficionados animaban mientras los futbolistas corrían, peleaban y se dejaban la piel por el Valencia.
El Valencia acorralaba a un equipo azulón que tenía en las faltas, las pérdidas de tiempo y los contragolpes sus mejores armas. Esto desesperaba a los asistentas al feudo valencianistas y lo mostraban al grito de "Puta Getafe".
Las malas artes del equipo de Bordalás seguían sin sentar bien en la capital del Turia ya que los aficionados veían como el rival se tiraba, perdía tiempo y jugaba con dureza. En el descuento la afición y equipo seguían juntos y eso se notó en el segundo gol de Rodrigo que daba aún más aliento para los siete minutos de descuento.
El estadio gritó, vibró y pocos instantes después llegó el tercer gol del hispano-brasileño en lo que era una noche mágica en la capital del Turia. Final del partido 3-1 en Mestalla y remontada conseguida gracias en gran parte al aliento de la afición.
