Más vale perder que más perder
El Levante y el Éibar firmaron tablas en el marcador (2-2) en el duelo que disputaron este domingo lluvioso en el Ciutat de València. Un partido en el que los de Paco López lo hicieron todo para ganar sin embargo, esto no pudo ser posible ya que el Éibar supo aprovechar los excesivos errores defensivos del Levante.
La estampa que recibió al Levante y al Éibar en el Ciutat de València era más parecida a la que se suele encontrar en la localidad guipuzcoana que a la de un día primaveral en la Capital del Turia. Eso no le importó, ni mucho menos, al Levante ya que los de Paco López se adelantaron en el marcador antes del minuto cinco. En el costado zurdo nació la asistencia espectacular de Anonio Luna a Morales, que se adelantó a la defensa del Eibar para rematar de forma sutil al interior de las mallas armeras. (1-0)
El Levante comenzó como un vendaval y poco después estuvo cerca de marcar el segundo. Otra vez Morales se desmarcó para quedarse ante la meta armera pero en un posición escorada. 'El Comandante' intentó asistir a su compañero pero la defensa del Eibar acertó a cortar providencial.
El gol a favor tan pronto dio alas al Levante. Los de Paco López se hicieron fuertes en su campo y mantenían la presión alta ante un Eibar que intentaba recobrar el norte tras el jarro de agua fría inicial.
Una pérdida tonta en campo contrario de Bardhi propicio la falta lateral que acabó siendo letal para el Levante. Pedro León botó la falta y puso el cuero en el corazón del área. Un mal despeje con la cabeza de Róber Pier dejó muerto el balón en el interior del área para que Escalante fusilase a Aitor. (1-1)
Con el gol del empate, el Eibar adelantó sus líneas comenzó a llevar la batuta del encuentro ante los locales, que empezaron a mostrarse muy imprecisos. Los de Mendilibar llegaban con facilidad. Sergi Enrich perdonó ante Aitor al no darle de espuela un pase perfecto ante la portería levantinista. Acto seguido, el Levante se desquitó de todos los complejos con un contragolpe de libro. Mayoral habilitó a Morales, que en carrera, hizo sangre por el costado zurdo. El madrileño pisó área y retrasó el cuero al otro lado. Apareció Rochina para golpear con calidad y de rosca desde fuera del área. El portero Dimitrovic tan sólo pudo rendirse ante la evidencia y el golazo del saguntino. (2-1)
A pesar de ello, el Éibar no se arrugaba y buscaba el empate. En el 33', Orellana protagonizó un eslalon dejando varios contrario atrás y cuando se plantó en la frontal del área disparó al travesaño de la meta de Aitor Fernández.
De la misma manera que ocurrió durante el primer cuarto de partido, el Levante volvía a cometer errores infantiles que el comprometían demasiado.
El Levante se marchó al descanso con ventaja en el marcador.
Los granotas saltaron al terreno de juego con la intención de matar el encuentro lo antes posible pero la insistencia del Éibar pronto metió en problemas a los levantinistas. Róber Pier erró en un balón y su pérdida casi le costó muy cara a los locales.
Con el Eibar volcado en ataque, el Levante intentaba hacer daño de la manera que mejor sabe hacer. A la contra con carreras de Morales y Mayoral.
En el 59', Vezo se disfrazó de centrocampista para robar el balón, conducir y esperar lo justo para asistir a Mayoral. El de Parla golpeó a gol con toda su alma pero el cuero se estrelló contra el larguero.
El 63', entre Morales y Luna fabricaron una gran jugada que habría significado el 3-1 si no llega a ser porque Moses Simon, incomprensiblemente disparó fuera con todo a favor y la puerta del Eibar vacía.
El Levante quería y apretaba. Rochina canalizó el juego por costado zurdo con un inmenso Antonio Luna, quien de primeras centró al corazón del área. La defensa del Éibar repelió bien. El tercero del Levante estaba al caer.
El partido se convertía en ida y vuelta. El Levante golpeaba a la contra y el Eibar le buscaba las cosquillas en el juego posicional. Los levantinistas se defendían con uñas y dientes. A pesar de ello, el Eibar consiguió el empate por mediación de Sergi Enrich. Una vez más, una pérdida y un desajuste defensivo permitieron al Éibar perforar el marco levantinista. (2-2)
Tras el varapalo, el Levante reaccionó y Rochina estuvo cerca de volver a marcar. Tras un contragolpe que lanzó él mismo, Morales le devolvió el balón en la frontal para que el de Segunto probase fortuna pero el cuero se marchó a córner.
En los instantes finales cualquiera podía ganar. Aitor salvó al equipo deteniendo el tiro ajustado de Marc.
Ambos conjuntos buscaron un tanto final que les diese la victoria pero ninguno tuvo acierto por lo que granotas y armeros se repartieron un punto cada uno.