El Valencia usa al Madrid como trampolín hacia la Champions
El Valencia CF comandado por Guedes arrolló a la contra a un Real Madrid poco tenso que no encajó más goles porque el Valencia CF no tuvo más acierto. El duelo, que comenzó frío en la grada por la decisión de la Curva, se encendió rápido de la mano de un Guedes eléctrico que abrió el marcador. Sin embargo, este Valencia-Real Madrid no quedó sentenciado hasta que Garay, a balón parado, estableció el definitivo 2-0. Los de Marcelino, fueron mejores y ni el gol encajado a balón parado en el 93 puede ocultar que ya tienen la Champions a un punto. Tiembla Europa, que el Valencia ha vuelto.
Tuvo un comienzo extraño en este Valencia-Real Madrid. La Curva no animaba tal y como había anunciado, el rival iba de un rojo raro, el resto de Mestalla, al unísono, cantaba a golpes... la banda, otrora silenciada, se oía perfectamente. Y sobre el césped, lo de siempre, el colegiado castigando con dureza las entradas del Valencia y amonestando a Wass a las primeras de cambio, pero perdonándole la amarilla a Ramos.
Tras unas primeras arrancadas de Guedes infructuosas, el Madrid dominaba el esférico y el tempo del encuentro. El Valencia parecía encontrarse cómodo en esta situación. Es como si jugara fuera de casa esperando agazapado a su rival para darle una dentellada. En el 18 llegó la primera ocasión, pero a Rodrigo le cayó en la pierna mala y tuvo que dejarla atrás de tacón cuando ya encaraba a Navas. El público iba a golpes, guiado por los espasmos de sus jugadores o por cuestionables decisiones arbitrales.
Guedes, qué bueno que haya vuelto, rompió la dinámica tras aprovechar el saque de un córner para marcar. La defensa merengue despejó, la bola le cayó al portugués quien, tras lucir una maravillosa pared con Soler, fusiló desde el punto de penalti a Navas. El Valencia CF vencía 1-0 y se colocaba a un punto de Champions.
El gol precedió a unos minutos de acoso y derribo valencianistas. Gameiro, Kondogbia y Rodrigo debieron ampliar la renta, pero el ansiado 2-0 no quiso entrar y con ese marcador se llegó al descanso.
El tiempo de descanso cambió el panorama en la grada, donde la Curva volvió a animar "por tu escudo", pero no sobre el césped, donde el Valencia, a la contra, seguía acumulando ocasiones. Carlos Soler culminaba una gran contra, pero Navas tocaba lo justo para desviar un gol casi cantado. Después era Kondogbia el que probaba suerte de cabeza... y más tarde era Rodrigo el que chutaba fuera por poco. Se mascaba el tanto.
Los de Marcelino, excelsos en defensa, fueron mejores y ya tienen la Champions a un punto. Tiembla Europa, que el Valencia ha vuelto.
Mestalla despide en pie a Guedes
Al filo de la primera hora de juego, Zidane hizo un doble cambio al ver la que se le venía encima y sacó a Bale e Isco para tratar de parar las acometidas valencianistas y lo consiguió. El Madrid empezó a tener más presencia en el área de Neto. Marcelino se percató y sentó a Guedes, agotado y despedido con Mestalla en pie, para dar entrada a Cheryshev.
Ipso facto el Valencia generó dos ocasiones que, de forma incomprensible, no acabaron en gol. Un doble tacón de Gameiro y Soler no fue suficiente para culminar la enésima contra llevada por Rodrigo. El valenciano Carlos dejó su puesto a Ferran Torres. Marcelino había cambiado sus dos estiletes y a sus hordas de atacante lo único que les faltaba era calma para culminar las contras que generaban.
Garay remata la faena
La incertidumbre por lo escueto del marcador le ponía emoción al asunto cada vez que los merengues -hoy rojizos- se acercaban a la meta de Neto. Lo cierto, sin embargo, es que el Valencia había desplegado su manual defensivo capitaneado desde atrás por un Garay, excelso, que remataba de cabeza un córner en el 83 para sentenciar el partido.
Ni el gol encajado de cabeza en un balón parado en el 93 (2-1) podía empañar un triunfo que mereció. El Valencia está ya a un punto de la Champions y nadie duda ya que lo va a conseguir.