Daños colaterales: la fatiga hunde al Levante en San Sebastián

Pobre y triste imagen la que ofreció el Levante este domingo ante la Real Sociedad en el Reale Arena. Los de Paco López cayeron por la mínima (1-0) en un duelo en el que acusaron tremendamente el cansancio y la decepción de la eliminación copera. Una lágrima que pudo aguantar el tipo gracias al meta Dani Cárdenas, que salvó a su equipo en varias ocasiones. El resto para que el Levante no saliese goleado fue fruto del desacierto de la Real Sociedad. Tan sólo Mikel Merino pudo romper el empate inicial.

El dolor, la frustración y el agotamiento del Levante se hizo presente desde el inicio de partido. El drama de la Copa fue una losa demasiado pesada para un Levante que se pensaba recuperado pero nada más lejos de la realidad. A eso, en el Reale Arena hubo que añadir el inicio txuri urdin a modo de vendaval. Los de Imanol sabían perfectamente dónde tenían que apretar y así lo hicieron de lo lindo. Presión asfixiante y ritmo alto que amedrentó a un levante sin rumbo. Así comenzaron a llegar ocasiones como un goteo que presagiaban lo peor. Mikel Merino en varias ocasiones probó a Cárdenas, incluso llegó a estrellar el cuero en el poste. Poco después, otro ataque en tromba de los locales, fue un regalo sin oposición de los granotas. El pase de Oyarzabal al corazón del área llegó perfecto a Mikel Merino, que marcó sólo empujando el cuero. (1-0)

El Levante continuaba grogui sin poder remediarlo y la Real continuaba a lo suyo. Las imprecisiones y las facilidades defensivas daban impulso a los locales. Así llegó el penalti de Coke a Oyarzábal tras la internada del atacante vasco. Coke llegó tarde y lo derribó. El colegiado no tuvo dudas y señaló pena máxima. El propio Oyarzabal asumió la responsabilidad pero por fortuna granota, disparó fuera perdonando a los de Paco López.

Pese a piedad local, el Levante no tenía su día y se empeñó complicarse las cosas sobremanera. Duarte perdió estrepitosamente el cuero ante Isak. El ariete sueco le robó la cartera y lanzó el sprint para desesperación de Duarte. Isak prácticamente ya celebraba el tanto pero no contaba con la intervención salvadora de Cárdenas. El meta de Terrassa tapó perfecto para mandar a córner.

La actuación de Cárdenas era el principal argumento del Levante en el partido pues los granotas se mantenían gracias a ellas a pesar de los constantes errores. Vezo rifó el cuero y le cayó a Oyarzábal, que probó fortuna desde lejos. Allí, una vez más estaba Cárdenas para salvar a su equipo.

Esa tónica de encuentro se repitió durante los siguientes minutos en los que se consumía una primera mitad para el olvido granota. Lo mejor, sin duda, el resultado corto en contra para el Levante teniendo en cuenta la imagen ofrecida y la inoperancia en ataque.

En la reanudación el guión no cambió demasiado. La Real pudo materializar el dominio otra vez con un gol que fue anulado por posición antirreglamentaria. Duarte y Son volvieron a salvar al Levante en sendas ocasiones.

Desde el banquillo Malsa y De Frutos entraron por Vukcevic y Coke.

Parecía surrealista que la Real Sociedad no incrementase la renta. Zubimendi en el 66' remató sólo en el área ante Cárdenas pero cruzó demasiado. Del mismo modo, en uno de los pocos acercamientos del Levante, Son llegó desde atrás y su golpeo potente se marchó por poco por encima del larguero de Remiro.

Paco López siguió moviendo el banquillo. En el 69' entraron Roger y la gran sorpresa de Doukouré, que volvió a jugar tras largos meses de calvario por las lesiones.

Ninguna de las piezas modificadas conseguía modificar la dinámica agónica de un encuentro en el que el Levante sufría, quería pero claramente no podía.

En el 80', el recital de ocasiones claras falladas seguidas continuó con una vaselina demasiado pronunciada de Portu, que se marchó fuera. Acto seguido, Clerc entró por Toño.

Varios intentos en un día que el Levante dejaba claro que no estaba. Los granotas ya había entregado todo desde hacía mucho y hubo poco tiempo para más en un mal duelo para los granotas.