Cómo duele todavía la segunda final de Champions 20 años después
Se cumplen 20 años de la segunda final de Champions que perdió el Valencia CF, una espinita que aún hoy en día sigue clavada en el valencianismo
Tal día como hoy en 2001, hace veinte años el Valencia CF disputó su segunda final de la UEFA Champions League, a la edición siguiente de perder ante el Real Madrid en París (3-0). En esta ocasión el sueño iba a perseguirse en el estadio de San Siro de Milán, ante un Bayern de Múnich que dos años antes vivió un desenlace cruel frente al Manchester United y que en 2001 lo vivió el Valencia CF al caer derrotado en los penaltis tras finalizar el tiempo reglamentario con empate a uno. Nunca ha estado el Valencia CF tan cerca de proclamarse campeón de Europa.
Parecía que iba a ser el gran día. Pero la balanza se equilibró en el minuto 50, cuando Effenberg marcó un penalti cometido por Carboni. El Bayern se creció y encerró al Valencia CF, pero sin ocasiones muy claras, como sí la tuvo Zahovic en el minuto 84 de encuentro, que no supo concretar tras un centro de Carew desde la banda derecha en el que Kahn aprovechó para blocar el balón tras un mal control del esloveno. Nadie fue capaz de mover el 1-1 en el marcador, tampoco después de los 30 minutos de la prórroga, así que el título de la Champions iba a decidirse en los penaltis y la suerte le fue esquiva de nuevo a los valencianistas.
Hoy se cumplen 20 años de la angustiosa final de Champions League entre el Valencia y el Bayern de Múnich. Los de Cúper estuvieron a un penalti de levantar su primera orejona.
Una de las finales más dolorosas que se recuerdan. pic.twitter.com/QNSti4B1tb— Retro + (@retro_plus) May 23, 2021
Ficha técnica:
(5) 1. Bayern: Kahn, Sagnol (Jancker, min. 46), Lizarazu, Kuffour, Patrik Andersson, Scholl (Paulo Sergio, min. 108), Elber (Zickler, min.100), Effenberg, Salihamidzic, Hargreaves y Linke.
(4) 1. Valencia CF: Cañizares, Pellegrino, Mendieta, Carew, Ayala (Djukic, min. 90), Carboni, Sánchez (Zahovic, min. 66), Kily González, Baraja, Angloma y Aimar (Albelda, min. 46).
Goles: 0-1, min. 2: Mendieta, de penalti. 1-1, min. 50: Effenberg.
Penaltis:
0-0. Paulo Sergio: fuera.
0-1. Mendieta.
1-1. Salihamidzic
1-2. Carew.
2-2. Zickler.
2-2. Zahovic: para Kahn.
2-2. Andersson: para Cañizares.
2-2. Carboni: para Kahn.
3-2. Effenberg.
3-3. Baraja.
4-3. Lizarazu.
4-4. Kily González.
5-4. Linke.
5-4. Pellegrino: para Kahn.
Árbitro: Dick Jol (Holanda).
Incidencias: Partido disputado en el estadio de San Siro (Milán) ante 75.000 espectadores.
Después el Valencia CF remontó hasta el doblete
Tras perder la final, abandonarían el club los dos grandes iconos de las dos últimas temporadas, ambos con rumbo a Italia. Héctor Cúper firmó por el Inter y Gaizka Mendieta por el Lazio. Con la marcha de ambos se cerraba una etapa en la historia del Valencia, dos años de inolvidable periplo europeo. Pero lo que parecía un punto final en realidad solamente fue un punto y seguido. Porque, aunque el Valencia no volvió a jugar una final de Champions (esa espina quedaría clavada y aún lo sigue hoy), en los siguientes años, con Rafa Benítez en el banquillo, el equipo continuó la senda marcada por Ranieri y Cúper. Los títulos, esquivos durante los dos últimos años, empezaron a caer y llegó el doblete.
El penalty cometido por Carboni en realidad no debió pitarse, porque antes creo que jancker empujó a Carboni y así le dió en la mano. Daba la sensación de que el arbitro tenía unas ganas locas de "compensar" al Bayern el penalty pitado al principio en su contra. Fue un mal día para Cuper, con su ya famoso cambio al descanso de Albelda sentando a Aimar; también para el que se suponía que era el fichaje estrella de ese año, Zahovic, que falló una ocasión clarísima en el gol de oro, y después su penalty en la tanda. Cañizares hizo un gran partido y una gran tanda, pero también estaba ahí Oliver Khan, que impuso su ley en la tanda. Siempre recordaré el momento clave de esa fatídica tanda: el penalty de Carboni, que fue alto por el centro, y Khan lo rozó con la yema de los dedos, dando al larguero, y el destino quiso que en vez de ir para adentro, fuera ese balón hacia afuera, y eso fue la diferencia entre tener una Champions y no tenerla... en fin, por lo menos nos queda que entonces eramos un grande respetado, y no como ahora, que somos...prefiero no decirlo!, pero muy lejos de aquello.