Con Guedes el Valencia CF quiere tocar el cielo

El Valencia CF ganó con solvencia ante el CA Osasuna en el partido correspondiente a la jornada 4 de LaLiga Santander disputado en El Sadar. Los de Bordalás fueron una máquina engrasada que pasó por encima de los rojillos. Fue un 1-4 que no admite objeciones. Guedes fue el líder de un grupo que ha vuelto a sonreír y que, de la mano del portugués quiere tocar el cielo. Los locales se adelantaron pronto, pero antes del descanso el Valencia CF ya había igualado la contienda gracias a un buen tanto de Maxi Gómez y, en una segunda parte fulgurante, dos golazos de Guedes y uno de cabeza de Alderete establecieron el 1-4 final.

De inicio Bordalás apostó por su once de gala y no reservó ni al renqueante Gayà ni a los viajeros Maxi Gómez y Omar Alderete. El técnico parece insuflar un espíritu especial a sus hombre de tal forma que no hay cansancio o dolor que les tumbe. Y eso que el partido ante el Sadar fue más una batalla que un duelo futbolístico. La intensidad en los dos equipos, en especial en los locales jaleados por su hinchada, marcó los primeros minutos del choque.

En el 5 De Burgos Bengoetxea quiso ver un penalti de Guillamón que no era . Pero el VAR le corrigió y lo anuló. No se lanzó la pena máxima, pero el shock dejó al Valencia KO, tanto es así que, a la jugada siguiente, en un ataque rápido, Moncayola desde fuera del área batió por raso a Mamardashvili. 1-0 y a remar contracorriente. La defensa no estuvo fina. Ni en la acción del penalti Correia ni en la cobertura Guillamón.

El Valencia CF no le perdió la cara al duelo. Ajustó los marcajes en defensa y trató de igualar la contienda guiado por un Guedes que sigue de dulce, al cuarto de hora, hizo volar a Sergio Herrera con un tiro colocado. Después el luso mareó a Aridane pero su centro final no encontró rematador. En el 18 fue Wass el que rozó la escuadra desde treinta metros. Este Valencia CF puede ganar, perder o empatar, pero hace sudar a sus rivales y si no que se lo digan a Osasuna, que aunque ganaba, tenía que apretar los dientes. Ojo, y los sacaba a la contra cuando podía.

Este Valencia CF puede ganar, perder o empatar, pero hace sudar a sus rivales y si no que se lo digan a Osasuna.

Pero el Valencia estaba mejor asentado y sufría menos. Maxi Gómez pidió dos y se jugó dos desde casa. Así es complicado sacar nada positivo. Es mucho más eficaz cuando está en el área esperándola. Y así en el 25 el charrúa aprovechó un excelente centro de Carlos Soler para adelantarse al primer palo y situar el 1-1 en el marcador que hacía justicia.

Tras la pausa de hidratación el partido no bajó de intensidad pero sí las ocasiones desaparecieron. Al menos hasta el 43, cuando una recuperación de Cheryshev propició una falta sobre Guedes en la frontal que acabó con un lanzamiento de falta peligroso de Soler. La respuesta fue un córner forzado por Gayà con Gabriel tumbado sobre el césped. Fue un intercambio de golpes que terminó con Cheryshev lesionado y fuera del campo, dejando su sitio a Foulquier, que debutaba con el Valencia CF.

Bordalás tenía varias opciones pero optó por adelantar a Gayà y poner a Foulquier a pierna cambiada. Fue momentáneo porque, tras el descanso, entró Hugo Duro pegado en una banda por Gayà, cansado y con molestias.

Suerte y/o calidad pero golazos de Guedes ante Osasuna

Y los cambios surtieron efecto. No en vano, el Valencia CF no bajó el ritmo y en el 49 había remontado. Se anticipa Guedes en la izquierda, se va como un avión y la toca con clase y casi sin ángulo se sacó un centrochut que batió por alto a Herrera tras tocar en Aridane. Suerte y/o calidad, pero un golazo que establecía el 1-2.

No contento con ello, el luso, en el 54 solventó dudas. Y, partiendo desde la derecha, se sacó un zapatazo que ponía el 1-3. El futbolista está de dulce, es el mejor de LaLiga en estos momentos.

El partido parecía franco hasta que en el 61 Mamardashvili se dejó robar la cartera en un malentendido con Alderete. Por fortuna, aunque Brasanac marcó, el colegiado, tras consultar con el VAR, lo anuló porque tenía el balón cogido. El 2-3 no subió al marcador. Quedaba media hora y tocaba sufrir y esperar a la contra. En el 72, Guedes, ¿quién si no? volvió a inquietar y forzar un córner en una jugada sin aparente peligro. Soler la sacó y Alderete imperial anotó el 1-4. 

Arrasante agotó los cambios en pos de un milagro que, ante este Valencia CF se antojaba una utopía. El Valencia, de la mano de Guedes, quiere tocar el cielo. El portugués se fue de El Sadar intentando un golazo desde medio campo que no encontró portería, pero solo con el hecho de soñarlo, hace que el Valencia vuelva a ilusionar a su afición.