Dosis extra de oxígeno para el Valencia CF

El Valencia CF de Baraja recibe una dosis extra de oxígeno. La victoria en Elche, la primera a domicilio desde octubre, la primera sin goles en contra fuera de casa desde marzo, con el primer gol de un delantero. Han tenido que pasar 40 días para que el equipo volviera a ganar y lo hizo. En la primera mitad resolvió el encuentro. En el 19 Lino abría la espita del oxígeno, su primer gol desde noviembre, y en el 42 Verdú certificaba el resultado al marcarse en propia puerta un gran centro de Gayà que, de otra manera, habría anotado Cavani. A partir de ahí, el plan de Baraja funcionó a la perfección: no se jugó más y los canteranos que tienen que ser el futuro del club tuvieron muchos y buenos minutos.

El primer gol de partido lo anotó la afición del Valencia CF. Miles de seguidores tomaron el Martínez Valero desde horas antes del comienzo. Baraja apostó por tres centrales para el duelo que ofrecimos en directo en ElDesmarque. Quería evitar el técnico los nervios propios de la situación arropándose atrás. La prioridad siempre ha sido no encajar y, a partir de ahí, aprovechar las ocasiones. El plan de Baraja casi se cumplió en el 5, cuando Nico cabeceó un córner al larguero.

En el 18, Lino aprovechó un gran prolongación de Cavani de cabeza para batir desde cerca a Badía. El gol fue el mejor tranquilizante para el equipo que, en apenas unos minutos, acumuló varias llegadas al área ilicitana y que se reafirmó en defensa. El 1-5-4-1 de Baraja cobraba todo el sentido.

En el 42 un gran centro de Gayà provocó el 0-2. Gonzalo Verdú se la metió en propia puerta cuando Cavani, que había iniciado la jugada con una recuperación, estaba sólo para el remate. El Valencia pudo ampliar su renta pero lo que logró es cerrarse y evitar que el Elche recortara distancias.

En el descanso, Baraja sentó a Nico, que había forzado para llegar al partido y apostó por el jovencísimo Javi Guerra. Con el partido controlado, Baraja sentó a sus dos delanteros (Cavani y Lino) y sacó a Lato e hizo debutar al pichichi del filial, Alberto Marí, 11 goles con el filial. Ante la plaga de lesiones, al técnico sólo le quedaban futbolistas del segundo equipo y Diego López, otro joven canterano, que entró para proteger a Yunus. Con el tiempo reglamentario cumplido, entraría Cömert por el lesionado Diakhaby.