Ni Mestalla ni su afición son racistas: los entresijos del bochorno que se vivió

Mestalla no es racista, pese a que Carlo Ancelotti lo dijo en rueda de prensa. Después, eso sí, rectificó. Y tan evidente es esa primera afirmación como decir que en Mestalla sí que hay racistas. Este domingo se vivió en el coliseo valencianista un bochorno con el racismo y Vinicius de por medio. Dos aficionados, ya identificados según puede confirmar ElDesmarque (pese a que el acta habla de solo uno), serán expulsados de por vida si la investigación les confirma como las personas que propinaron los insultos racistas al futbolista brasileño del Real Madrid.

Este domingo pasó de todo en un estadio que cumplía 100 años. Fueron 46.002 los valientes que llenaron Mestalla para celebrar su centenario y buscar una victoria que aupara al Valencia CF a la salvación. Los de Baraja empezaron bien y la grada animó al equipo sin parar. Entretanto, la realidad fue que se intentó descentrar a Vinicius con abucheos generalizados cuando tocaba el balón. El brasileño, dicho sea de paso, cuajó uno de los peores partidos de la temporada. Ya en la primera mitad, el jugador del Real Madrid se encaró con con grada y todo el estadio le gritó "tonto", el insulto que Ancelotti confundió con "mono".

Ya en la segunda parte, el primer momento de ebullición fue cuando Eray Cömert chutó una segunda pelota que había en el terreno de juego y dio en el balón que Vinicius conducía. Mestalla cantaba aquello de "madridista el que no bote" a la vez que el partido empezaba a ponerse caliente.

Y llegó la expulsión y su gesto a Mestalla

En el descuento, Mamardashvili sacó una mano prodigiosa a una falta de Toni Kroos, Yunus Musah falló al despejar e intentó perder tiempo. Rüdiger le tiró al suelo y enseguida Vinicius fue a encararse con él. Giorgi fue a ayudar a su compañero, se enzarzó con el brasileño y acabó formándose una tangana con Hugo Duro cogiendo del cuello primero a Vinicius y después recibiendo una agresión que le costó a este la expulsión. Fue entonces cuando el jugador madridista dedicó los feos gestos a la grada con el dos de Segunda División. Antes, ya lo había hecho en alguna ocasión en el transcurso del partido. Mestalla le gritó "tonto" de forma unánime.

Hasta ahí fue lo que pasó sobre el verde. Después, hubo reacciones de todo tipo: las palabras de Ancelotti acusando a Mestalla de racista, la respuesta de Baraja, los mensajes de Vinicius en redes sociales, el acta de De Burgos Bengoetxea o el comunicado de LaLiga. Desde luego, lo sucedido este domingo en un estadio centenario traerá cola. Y una de las claves para entenderlo todo: Mestalla no es racista, pero en Mestalla sí que hay racistas. Y la forma de luchar contra esta lacra en la sociedad es al menos hacer lo que este en manos del club: echar a los aficionados que insultaron a Vinicius. Es lo que va a pasar.