Una inestabilidad que llegó a hacerse básica

Dos temporadas después y tras casi 50 partidos, el Real Valladolid se ha dado cuenta de que Johan Mojica es un desequilibrio para su plantilla. Sus condiciones físicas aportan mucho al juego del equipo pero su carácter, su forma de jugar y su egoísmo en algunas acciones lo lastran. Pese a que ésta era una sensación que ya se vislumbraba en el Nuevo Estadio José Zorrilla la temporada pasada, Braulio Vázquez apostó por una segunda cesión que no ha salido tan brillante como la primera pero que ha aportado juego y resultados al Pucela.

 

Buenas cifras

Si la pasada campaña el colombiano fue el segundo máximo goleador del proyecto de Joan Francesc Ferrer 'Rubi', solo por detrás de Óscar González, en esta triste campaña 2015/2016 el futbolista del Rayo Vallecano ha terminado la temporada como el máximo asistente del equipo. Los ocho pases de gol realizados dejan su aportación en muy buen lugar en lo que a números se refiere pese a que no tapan muchas de las carencias que ha demostrado. El listado de salidas de tono del colombiano es largo en esta temporada.
Tal es la imagen que se tuvo de él que muchos pensaron en el '3' blanquivioleta cuando Alberto López llegó a Zorrilla y señaló directamente a los jugadores. Esta sensación creció cuando el vasco multó al jugador tras su primer partido en el banquillo pucelano. La actitud de Mojica en Lugo, donde fue expulsado y sancionado con tres partidos, las declaraciones siempre protagonistas que realizaba y celebraciones fuera de toda lógica dejaron al futbolista en un precipicio del que se derrumbó en las últimas jornadas.
Tras unas molestias en la derrota (3-1) ante el Club Deportivo Tenerife en la jornada 39, el ya exjugador blanquivioleta no participó en las tres últimas jornadas. No se despidió de Zorrilla y dejó en su legado como jugador vallisoletano buenos datos. Gracias a nueve goles y 15 asistencias el futbolista cierra su tiempo de cesión en Valladolid para volver a Vallecas con la sensación de haber cumplido su papel pero no haber colaborado todo lo que debería para aquel objetivo que se marcó el equipo durante dos años.

En la puerta de salida

Ahora, el futuro del jugador es una incógnita. Señalado durante muchas fases de la temporada, el veloz zurdo estuvo más fuera que dentro durante algunas fases del último mercado invernal. SS Lazio, Genoa FC o SSC Nápoles llamaron a su puerta pero Carlos Suárez, máximo accionista del Pucela, cerró las puertas a la pérdida de un activo que parecía importante. La historia de Johan Mojica en el Real Valladolid resulta curiosa. Muy pocos confiaban en él y casi nadie, por no decir nadie, le apoyó. Eso sí, verlo sobre el terreno de juego generaba seguridad y confianza. 
Una acción técnica de su nivel o una arrancada en velocidad aportaban credibilidad a un equipo necesitado de juego diferencial. Es cierto que su compromiso con la causa no ha parecido siempre muy alto peros los números le hacían imprescindible. Mojica ha sido inestable durante las dos temporadas de cesión pero, de la misma forma, ha sido básico para los cuatro entrenadores que ha tenido. Todos le dieron voz y este año, ninguno lo quitó pese a sus salidas de tono.