El delantero devorado por el mercado invernal

La inestabilidad que ha rodeado al Real Valladolid en la temporada 2015/2016 tiene muchas muestras. Una de ellas es Rodri Ríos. El futbolista soriano, cedido desde Alemania, comenzó el campeonato como delantero titular. Llegó durante la pretemporada y se hizo con un puesto por derroche pero, también, por incomparecencia de rivales por el puesto. El último día del mercado llegaron Erick Moreno y Diego Rubio pero entonces el soriano ya había disputado dos encuentros, uno como titular en Córdoba y otro como suplente en la primera victoria (2-0) de la temporada ante la Agrupación Deportiva Alcorcón.

 
Pese a que nunca convenció, el tiempo, inicialmente, jugó en su favor. El ex del Sevilla Atlético o Fútbol Club Barcelona B se hizo con el puesto de titular. Era el '9' del Real Valladolid y no sólo por defender tal número. Ese puesto de referencia en el equipo lo sostuvo hasta el mercado invernal. Con los fichajes de Roger Martí y Vincenzo Rennella, el canterano hispalense desapareció del mapa hasta tener un papel residual ya fuera con Miguel Ángel Portugal o Alberto López.

Los números no engañan

Esa caída en su juego se confirma en unos números que no se pueden esconder. Hasta el cierre del mercado invernal, Rodri disputó 20 de los 21 titularidades de las que disfrutó como blanquivioleta. Anotó los cuatro goles que firmó durante la temporada. Completó ocho de los nueve partidos que disputó íntegros. En definitiva, fue uno durante una fase de la temporada y otro bien distinto, después.
En detalles globales, el mercado invernal destrozó al jugador, en minutos de juego, también. Si hasta el 6 de febrero el soriano había disputado 1.615 minutos, es decir, casi el 86% de los minutos de la temporada, tras las llegadas de dos compañeros de ataque su uso pasó a ser del 14%. Una caída dura pero que no hizo que el jugador aceptara una de las varias ofertas que tenía para abandonar el estadio José Zorrilla.
Conscientes de las pocas opciones que iba a tener en el equipo, diferentes equipos llamaron a su puerta. El Numancia, club de su tierra, le llamó pero él rechazó tal oferta. Quería pelear en el Real Valladolid y cumplir su objetivo de ser el '9' en el tramo final. Ninguno de esos objetivos se cumplió. Pese a que Vincenzo Renella fue señalado por Alberto López en su etapa de siete partidos en Valladolid, Rodri no cogió el testigo. Con el entrenador de Irún en el Pucela, Rodri sólo disputó 67 minutos de 630 posibles. Es decir, algo menos del 10% de los minutos que dirigió el excancerbero pucelano.

Sin gol

El resumen es que Rodri perdió todos los privilegios y el puesto tras el mercado invernal. Por ello hay que peguntar por qué Braulio Vázquez acudió al mercado para firmar dos jugadores. Cuando Roger y Rennella llegaron a Valladolid, el equipo no tenía gol. Necesitaba un jugador diferencial en ataque que no estaba siendo el soriano. Con cuatro goles anotados en las primeras 20 jornadas, el Pucela necesitaba un salto en el gol.
El Real Valladolid lo buscó y con él se terminó el periplo de cesión de un jugador con mucho pundonor pero con poca presencia en el área rival. Su trabajo defensivo y de presión prevaleció ante el ofensivo y así, murió su posible éxito vallisoletano. Nada salió como esperaba pero no porque él no intentara cambiar su suerte.