La gran vergüenza vivida en Butarque
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
-
Así te contamos aquella dolorosa derrota (4-0) en Leganés
-
La derrota supuso el comienzo del fin para Miguel Ángel Portugal
-
Éstas fueron las declaraciones del entrenador burgalés
La última visita del Real Valladolid al Estadio de Butarque de Leganés se produjo el de abril de 2016. Hace algo más de un año y medio, el Pucela de Miguel Ángel Portugal caía goleado (4-0) en tierras madrileñas. Un duelo marcado en el recuerdo blanquivioleta por la dureza del golpe y en la imagen de su entrenador por ser el comienzo de su salida del Nuevo Estadio José Zorrilla. Pese a lo vivido en aquella fría tarde, Portugal aún vería dos encuentros más desde el banquillo. Dos derrotas más que confirmaron su salida de Valladolid tras la vergüenza sufrida en la última visita a Leganés, donde el Pucela regresa este martes en un duelo de Copa del Rey.
La imagen blanquivioleta fue tal que Portugal tuvo que pedir perdón a la afición desplazada. "Como la afición, me siento decepcionado por lo ocurrido", aseguraba en el propio estadio madrileño. El enfado era total hasta el punto de negarse a hablar del rival porque "bastante he tenido con sufrir lo que he tenido que vivir de mi equipo". Sin saber qué argumentar, Portugal entendía que "será que nos falta carácter y personalidad". Pese a todo quería tener "la cabeza fría" para analizar qué le ocurría a su equipo. El Real Valladolid, a nueve jornadas del final, estaba condenado a pelear por no bajar, una realidad que el burgalés no quería ver.
Análisis frío
En Butarque el entrenador blanquivioleta pedía tiempo. Unas horas. "Por mi cabeza pasa descansar, analizar y tener la cabeza fría", decía. Necesitaba un tiempo para ver todo con frialdad y esa versión la mostró pocas horas después en su página web. En ese segundo análisis, el míster era aún más crítico. Sintiéndose "decepcionado", Portugal recordaba lo vivido, en la que es hasta la fecha la última visita a Butarque, para "pedir disculpas por la mala imagen ofrecida en Leganés. No dimos el nivel que exige escudo, plantilla y afición". A su vez aseguraba que "mi responsabilidad como entrenador es exigir" y "no se puede volver a repetir".
El técnico se mostraba más crítico de lo habitual: "Este deporte, y esta categoría, especialmente, exige estar preparado tanto para lo bueno como para lo malo. Sobre todo en los problemas es cuando más seguro debes estar de cuál es la fórmula para salir del atolladero y, curiosamente, a nosotros nos pasa lo contrario. Sabemos lo que debemos hacer pero no lo hacemos. ¡Casi peor!".
La vergüenza fue muy grande. La goleada sufrida señaló al entrenador y éste al grupo. El Real Valladolid estaba perdiendo todo la fuerza que podía tener y el Club perdía toda la confianza en el entrenador. Sin ella, Portugal tenía un pie en la calle para, dos semanas después, tener los dos. Butarque le hizo mucho daño a aquel Pucela y, sobre todo, a su entrenador.