Una Navidad tranquila

La victoria (3-0) ante el Lorca FC del pasado sábado ha facilitado que el Real Valladolid pudiera respirar. La mala racha de resultados se conseguía cerrar pero la situación blanquivioleta aún no ha cambiado totalmente. Sólo se ha minimizado. Los pucelanos siguen ahogados por las dudas y la presión. Por ello, antes del parón navideño, los de Luis César Sampedro tienen la brillante oportunidad de cerrar el 2017 con otra victoria. Seis puntos de forma consecutiva harían de la Navidad un periodo más tranquilo y un tiempo de paz y sosiego, aspectos que el equipo necesita con imperiosa necesidad.

 
Después de todo lo vivido en las primeras 19 jornadas ligueras, con grandes ilusiones y tremendas decepciones, el Real Valladolid llega a la última fecha del año con la opción de olvidar parte de todo lo sufrido y poner un digno final al año 2017. Esa guinda sólo tiene un camino. La versión resultadista se ha impuesto de forma clara en el seno del Nuevo Estadio José Zorrilla. Ya no importa el cómo sino el qué. "Jugar bien es secundario. Importa ganar". Estas declaraciones de Luis César hace unas pocas semanas se han integrado en el mundo blanquivioleta y, ahora, sólo vale ganar al Real Zaragoza. No hay otro opción y no importa cómo.
El Real Valladolid no puede fallar en esta doble oportunidad como locales y con la única novedad de la baja de Luismi Sánchez, sancionado por acumulación de amonestaciones, la idea del cuerpo técnico no variará en exceso ya que el sustituto del '6' será Anuar Tuhami. Sin Alberto Guitián, que sigue lesionado, los planes pucelanos pasan por el '35'.
De esta forma, el once pucelano será, contando con el canterano, muy similar al del último duelo y, salvo sorpresa, lo formarán Jordi Masip; Antoñito Regal, Kiko Olivas, Deivid Rodríguez, Javi Moyano; Borja Fernández, Anuar Tuhami; Pablo Hervías, Toni Villa, Óscar Plano; y Jaime Mata.

Un rival en dudas

Con un once que, con muchos detalles, está cogiendo fuerza y ciertos mecanismos de regularidad, el Real Valladolid recibe a un equipo de cualidades muy similares. Con un año más en LaLiga 1|2|3 que el Pucela, el Real Zaragoza vive agobiado en la búsqueda de un proyecto imposible de fraguar por todos los cambios y sustituciones que realiza verano tras verano. El equipo de Natxo González o no encuentra su lugar o no lo quiere asumir. Irregular en su juego y resultados, las dudas rodean a un conjunto maño mucho más cerca del descenso a Segunda división B que del play off tras un desastroso último mes.
Con todo, el duelo de Zorrilla es capital para los maños. Con la opción de empatar a puntos a los pucelanos, la Navidad zaragocista será agobiante pese a cualquier resultado. Ganando, perdiendo o empatando, los aragoneses vivirán un parón navideño con dudas y miedos. Su solución es a largo plazo. La blanquivioleta, a medio y corto plazo. Los tristes caminos de ambos no cambian pero, al menos, el blanquivioleta se puede maquillar con un duelo que será dirigido por el colegiado vasco Iñaki Bikandi Garrido. Un exárbitro de Primera división para un duelo que fue de la élite pero que, cada temporada, es más de plata.