Desnivel con Sampedro

Terminada la primera vuelta y analizado el reparto de minutos en la plantilla del Real Valladolid de Luis César Sampedro hay detalles que marcan de forma muy clara cuál es el estilo del entrenador gallego. Acusado en muchos momentos de realizar unas convocatorias incomprensibles, por el hecho de llevar varios jugadores de ataque y muy pocos defensas, el uso que el míster blanquivioleta hace de las tres sustituciones ligueras que tiene por partido clarifican qué es lo que busca en los partidos.

 
Viendo quiénes son los futbolistas que más encuentros completos han disputado y analizando las diferencias en este dato entre los jugadores ofensivos y defensivos del equipo queda muy claro que Luis César quiere refrescar la zona de ataque y variar lo mínimo la zona defensiva. Contando a todos los defensas de la plantilla y a los tres centrocampistas con mayor vocación de campo propio que tiene a su disposición, el cuerpo técnico sólo ha realizado 11 sustituciones. En más de un 90%, todos los jugadores que comienzan un partido en tareas defensivas, lo terminan. En cambio, los titulares en el frente ofensivo, sólo lo terminan en un 26%. Obviando a Jaime Mata, en un 16%.

Ibán y Plano, los más destacados

Antoñito Regal, Alberto Guitián, Nacho Martínez, Kiko Olivas y Fernando Calero son, además de Jordi Masip, los únicos futbolistas que siempre que han sido titulares han acabado el partido. Tienen un 100% de choques completos. Por el contrario, jugadores como Ibán Salvador u Óscar Plano defienden registros muy bajos. Si han sido titulares en 14 y 15 encuentros, respectivamente, sólo han terminado en 13%. Un registro muy bajo y que solamente es superado por Giannis Gianniotas y Antonio Cotán. Griego y andaluz, titulares en uno y tres partidos, respectivamente, no han hecho completas ninguna de sus participaciones ligueras.
Con estas cifras se confirma que Luis César tiene un guion establecido. En contadas ocasiones varía la línea defensiva y el centro del campo. No lo hace por idea pero, también, por la falta de efectivos que acumula en el banquillo. Con todo, el reparto de minutos que desigual y el cumplimiento de partidos completos, más aún.