Luis César pone patas arriba el Real Valladolid
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Rueda de prensa inédita en el José Zorrilla. Luis César Sampedro explotó tras las informaciones publicadas durante la semana en relación a su posible destitución. El técnico, visiblemente nervioso, centró su comparecencia en repetir que el Real Valladolid le ofreció entre octubre y noviembre la renovación hasta 2020 y dio a entender que solo unas semanas después pretendían su destitución.
"Estoy curado de espanto desde noviembre. Hay cosas que no me sorprenden. Entre octubre y noviembre el club quiere que renueve hasta 2020. Me pasa números. Yo soy el que digo que me parece precipitado porque los resultados pueden ser volátiles. Y que es mejor un año. Fui un estúpido. Y debí haber firmado. Contra el Lorca tuve un ultimátum, vosotros lo dijisteis", declaró Sampedro.
"Me he enterado de cosas porque os he leído y escuchado. Has sido una semana polvorosa y jugosa para vosotros. Difícil para nosotros, pero ya estoy acostumbrado". Los dardos eran constantes: "Hay una realidad clara. Ofreces una renovación hasta 2020 y luego no te sirve casi ni para 2017. Y todo lo que estoy diciendo es la pura verdad y lo puedo demostrar. Si llego a ser un aprovechado, lo de la semana del Lorca no me pasa".
Según su punto de vista, la derrota en Córdoba no debe ser analizada en conjunto con otros tropiezos. "No hay que mezclarlo con más derrotas", dijo exactamente. "Me han echado tres veces, si me echan cuatro no pasa nada", retó a la planta noble de Zorrilla. En la recámara todavía quedaban balas para los despachos. "Rotpuller no está listo para entrar con nosotros".
Y tras quedarse a gusto con "la institución" (fue el término que utilizó para no individualizar su crítica) apuntó a los jugadores. "Parece que soy el responsable de todos los goles en contra que le marcan a mi equipo".
Preguntado por la reacción de los propios futbolistas ante toda este revuelo, Sampedro se limitó a comentar. "La plantilla desde ahora sabrá que a su entrenador le ofrecieron la renovación".
Cartas boca arriba
"Estoy poniendo las cartas boca arriba y contando una realidad", prosiguió Luis César. "Si quieres un entrenador hasta 2020 y luego no quieres ni que acabe 2017...". Y entre todas las frases letales que iba dejando Sampedro, una que sonó hasta a pasado. "Les estaré agradecido toda la vida por haberme traído aquí".
El futuro del técnico gallego está más en el aire que nunca, y lo sabe. "Lo más importante es ganarle al Rayo Vallecano. Y después Dios dirá". "No soy un jeta ni un vividor. Ni pongo a los peores en el campo y dejo a los mejores en el banquillo. Yo me juego la vida", dijo en una de sus últimas frases.