¡Sí se puede!

La buena racha que acumula el Real Valladolid en las últimas cuatro jornadas y el cambio del equipo desde la llegada de Sergio González ha hecho que los pucelanos lleguen al tramo final de la temporada con opciones de play off. El objetivo, que en algunas fases de la temporada llegó a ser sueño e, incluso, una utopía, tiene porciones de realidad en la actualidad y uno de los puntos para ampliar esas posibilidades se producía en el Estadio Francisco Artés Carrasco de Lorca.

 
Ante un equipo descendido pero en una gran racha y en un estadio donde los equipos de play off han sufrido mucho, Sergio González y los suyos no podían fallar. El clima del partido parecía ventajoso pero esa sensación de victoria siempre suele costarle cara a un Pucela que regresaba al once titular más habitual desde la llegada del entrenador barcelonés. Con el regreso de Fernando Calero y Óscar Plano al once titular, Sergio repetía el once de la victoria (0-1) en Soria para un encuentro determinante para las opciones pucelanas y para conocer la realidad blanquivioleta.
Buscando un partido maduro y un duelo en el que los posibles golpes rivales no fueran decisivos, este Real Valladolid termina de convencer a todos aquellos que no creen en él. Remontando el gol inicial del Pomares, Borja Fernández y Jaime Mata, éste por partida triple, y Míchel Herrero dan la vuelta a un duelo que hace terminar de creer hasta a los más escépticos.

Bipolar

Con todos los condicionantes de la previa, el Real Valladolid ilusionaba en los primeros minutos. Con balón, vertical en sus movimientos y convencido de lo que buscaba, Sergio y los suyos parecían dominar los facetas del juego hasta que en el minuto 18 todos los fantasmas se instalaron en el terreno de juego. Una jugada casi aislada del Lorca FC terminó, de milagro, en saque de esquina. En ese momento, la pizarra de Fabri González salió cara y el equipo lorquino se adelantaba en el marcador.
La ventaja local en el marcador ofrecería la peor versión de los pucelanos. Dubitativos y alicaídos, los de Sergio debían asumir protagonismo y peso en el juego para atacar una desventaja que les dejaría fuera del play off y de muchas de las opciones que el equipo quiere buscar.
Tras esos minutos de incertidumbre tras el tanto de Carlos Pomares, el Real Valladolid fue creciendo poco a poco. Sin perder la estela de su planteamiento, el Pucela igualaría las fuerzas antes del descanso. Una falta lateral lanzada por Míchel Herrero terminaría en el gol de Borja Fernández y en la opción de ver a un nuevo Pucela. Sin ser la mejor versión blanquivioleta, el encuentro llegaba al descanso con los objetivos visitantes más vistosos que los locales.
Igualado el marcador, el equipo más exigido en sus objetivos ofreció más rendimiento pero con la incertidumbre de ver cómo podía responder un rival que cumplía, punto por punto, lo asegurado por Sergio en la previa. Sin nada que perder, ninguno del casi centenar de aficionados pucelanos se fiaba del Lorca FC.

La confirmación

Si los últimos minutos de la primera parte mostraban un Real Valladolid más decidido y convencido que el Lorca FC, el inicio de la segunda parte confirmaba esta idea gracias a una acción individual de Pablo Hervías y el penalti que anotaría Jaime Mata. El trigésimo gol del delantero madrileño consumaba la remontada blanquivioleta cuando no se llegaba ni al minuto 50. Lejos de confirmar la victoria pucelana, el tanto del '9' ofrecía la posibilidad de que los de Sergio mostrasen su mejor versión.

Lo más difícil ya estaba conseguido y los pucelanos podían y debían especular con el partido. Leyendo bien el encuentro, la victoria no debería pasar peligro y regresar junto al equipo pucelano en el autobús. Peligro no es sinónimo de sufrimiento y los pucelanos, obviamente, tendrían que pelear hasta el último segundo para conseguir una importante victoria antes de los duelos ante el Real Zaragoza y Club Atlético Osasuna.

Sí se puede

Madurando el partido y buscando que hubiera pocos sobresaltos, el Real Valladolid veía pasar los minutos y creía en la victoria, más aún cuando Fabri González movía el banquillo, abría sus líneas y, automáticamente, Jaime Mata hacía el tercer gol del partido. Con el nuevo tanto del '9', el Pucela acariciaba la victoria al grito de "sí se puede". Los aficionados desplazados hasta Lorca creen en el sueño del play off y lo hacen gracias al nuevo carácter competitivo del equipo pero, sobre todo, por la presencia de Jaime Mata en el equipo.
El '9' es el estilo del Real Valladolid, como demostró en Barcelona, pero también ha sido y es el sustento de un equipo que llega al tramo más decisivo de la temporada con las ideas más claras que nunca. Con 13 de los últimos 15 puntos, el play off parece una realidad que confirmar en los dos próximos partidos, duelos temidos hace sólo unas semanas pero que, ahora, son mirados por el Pucela con seguridad. ¿Por qué? Porque sí se puede.