Por la puerta grande
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El uno a uno de la clasificación ante el Sporting
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Así vivimos, en directo, el Real Sporting - Real Valladolid
Colosal, maravilloso, fantástico. Cualquier calificativo se queda corto ante el partido realizado por el Real Valladolid en el Estadio de El Molinón - Enrique castro 'Quini', donde también venció en la vuelta al Real Sporting tras completar un gran encuentro que le clasifica para la final del play off de forma incontestable.
El gran ambiente en las gradas contagiaba a los dos equipos, que, desde el inicio, imponían sobre el césped un ritmo alto. La prisa y la presión de los rojiblancos exigían pero no intimidaban a sus oponentes, que se hacían con la posesión del esférico, abrían el campo y movían la pelota de un lado a otro.
Jaime Mata era el primero en avisar con un remate demasiado alto tras el saque de una falta. Una ocasión de la que se intentaban reponer los asturianos, que a pesar de ello, les costaba un mundo llegar con peligro al área rival. El Pucela no se amilanaba y sacaba la pelota jugada desde atrás con tranquilidad. Un centro de Jony Rodríguez no encontraba rematador y los de Sergio González montaban su primera contra. La pelota en largo la peleaba Mata, que se adentraba y ponía un servicio raso que remataba Pablo Hervías, pero que detenía Diego Mariño.
La respuesta gijonesa no se hacía esperar y, de nuevo, llegaba en las botas de Jony. El habilidoso extremo realizaba una jugada personal, apuraba línea de fondo y ponía el balón atrás para que Rubén García, con todo a favor, mandara el cuero, raso y ajustado al palo, fuera por muy poco.
Dos zarpazos adelantan al Pucela
El Molinón veía cerca el primer tanto y apretaba, pero el Real Valladolid se hacía fuerte al contragolpe. Un balón de Kiko Olivas para Míchel Herrero le llegaba a Mata. El delantero se hacía hueco en el área, no se lo pensaba y soltaba un latigazo a la escuadra, imparable para Mariño. A la segunda el Pichichi no perdonaba y ponía en ventaja a los suyos tras unos minutos de apuros.
El Sporting, herido en su orgullo, reaccionaba rápido con una oportunidad de Fede Barba en un balón parado que se marchaba alto. Pero los blanquivioleta mataban en un nuevo contragolpe. La pelota le llegaba a Óscar Plano, que tenía posibilidad de pase a la izquierda. Sin embargo el Pucela estaba de dulce y el extremo no se lo pensaba dos veces. Si el gol de Mata había sido bueno, este no se quedaba atrás. El zapatazo del ex de la AD Alcorcón desde fuera del área también se colaba en la portería rival para acallar el empuje de El Molinón.
Los de Rubén Baraja, superados con claridad, estaban en la lona. No lograban reponerse. La situación no variaba nada antes del descanso e incluso Hervías estaba a punto de hacer el tercero con un disparo junto al palo que sacaba como podía Mariño con una gran intervención.
Sin sobresaltos
Contra la marea, el equipo asturiano intentaba acortar distancias a la desesperada nada más comenzar el segundo periodo, pero apenas lograba inquietar la meta pucelana. El público ya no confiaba y, en medio de algún que otro silbido, se dedicaba a presenciar cómo los minutos pasaban sin remedio.
Una patada tan clara como innecesaria de Toni Villa dentro del área sobre Michael Santos permitía a los locales estrenarse en el capítulo goleador con el penalti anotado por Carlos Carmona. Pero el Pucela no se inmutaba y seguía a lo suyo. El Sporting ni creía ni estaba por la labor de ponerle más picante a la eliminatoria, mientras la grada de El Molinón, resignada, se iba vaciando lentamente.
Míchel Herrero, con molestias, tenía que dejar su sitio a Anuar Tuhami, y los cambios se sucedían en uno y otro equipo a medida que el final se acercaba. Por si acaso, Jordi Masip también reclamaba su cuota de protagonismo y salvaba el empate de Nano Mesa tras un cabezazo en boca de gol.
Una falta posterior de Jony era la última ocasión del equipo rojiblanco. No había tiempo para más. El Real Valladolid vencía con total justicia, haciéndose gigante en Gijón y metiéndose en una final por el ascenso donde ya espera el CD Numancia.
Increíble, sin palabras y sin voz. aúpa pucela!!!