El Pucela afronta su regreso a Primera con una plantilla sin cerrar
El Real Valladolid afronta su regreso a Primera División -cuyo primer test le medirá al Girona FC el viernes 17 de agosto en el Estadio de Montilivi- con una plantilla sin cerrar, a la espera de que el mercado de fichajes ofrezca alguna 'ganga' hasta el 31 de agosto o de que los canteranos den un paso al frente y tengan sus opciones.
Hasta la fecha, se han realizado varias incorporaciones: las de Keko Gontán, Ivi López, Rubén Alcaraz, tras el acuerdo de traspaso alcanzado con el Girona, y la que ha levantado más expectación e ilusión entre los aficionados, la del extremo Daniele Verde, procedente de la AS Roma.
También el Club apostó por adquirir al portero José Antonio Caro, pero para cederle al Albacete Balompié, por lo que la meta vallisoletana estará defendida, si no llega otro jugador para esa posición, por Jordi Masip y el jugador del filial Samu Pérez, tras el traspaso de Isaac Becerra al Club Gimnàstic.
Cuatro o cinco refuerzos
Aunque desde la entidad siempre se ha dejado claro que no había prisa por fichar futbolistas, ya que el objetivo es acertar con los que lleguen para que aporten un plus al equipo, el tiempo va apremiando y el inicio liguero se halla a la vuelta de la esquina, y con el FC Barcelona como rival para inaugurar el Nuevo Estadio José Zorrilla en Primera.
El nivel de exigencia va a ser muy elevado, ya desde los primeros compases de la temporada, y por tanto, el director deportivo, Miguel Ángel Gómez, deberá apretar el acelerador para tratar de encontrar jugadores que tengan hambre y ganas de aportar trabajo de cara a asegurar la permanencia.
A priori, el equipo precisaría de otros cuatro o cinco jugadores para poder conformar una plantilla de garantías, pero los canteranos están pidiendo una oportunidad y, en el caso de que no se pudiera fichar a ningún 'foráneo' más, Gómez dejó claro que había opciones en el filial.