Una coctelera perfecta
El Real Valladolid arrancaba la decimotercera jornada de LaLiga Santander con la necesidad de ganar a un rival directo en la zona de descenso y salir de los tres últimos puestos, aunque fuera de forma momentánea. El equipo tenía necesidad de puntos y hambre de victoria y consiguió imponerse (3-2) al equipo de Jagoba Arrasate en un duelo que tuvo todos los ingredientes que los de Sergio González necesitaban.
Comenzar el fin de semana con tres puntos hace sonreír al equipo y al entorno. Todo se ve de otra forma y más si el duelo tiene todos los condicionantes que éste tuvo. Iniciando por el doblete de Shon Weissman y la primera dosis de goleador del jugador israelí, el análisis ya es ilusionante en el inicio. Con los dos goles del '9', el partido se ve de otra manera.
Desde Shon Weissman
Dándole un peso relevante al imponerse a un rival como el navarro, hacerlo con remontada le suma un punto de éxito y, también, una vuelta de tuerca en las necesidades de este equipo. El Real Valladolid debe ser un conjunto más seguro y fiable tras ir por detrás en el marcador y, en este caso, lo fue en una segunda parte que mejoró exponencialmente a la primera.
Los de Sergio crecieron en el duelo y eso es un punto muy favorable para un equipo que sigue atacando su margen de mejora. Creciendo en el partido, potenciando a jugadores como Weissman, pero, también, otros como Roque Mesa o Bruno González, remontando el partido y ganando a un rival directo en el primer encuentro de la jornada, la coctelera del duelo es perfecta al tener casi todo lo que el Real Valladolid necesitaba y quería desde la previa. Sólo faltó el público en las gradas.